Vuelve el nitómano y lo hace a lo grande

Un año más, Vic se viste de gala para acoger al Festival Nits de Cinema Oriental. Este año con el país invitado nipon y sus protagonistas de excepción, los kaijus, iluminados por los omnipresentes Yokais farolillos.


Con más de 40 titulos entre largo y cortometrajes, el festival ha ofrecido una gran selección que no ha decepcionado a nadie. Empezando con su grandiosa retrospectiva.



El gigantismo siempre ha hecho volar la imaginación de los autores desde tiempos memoriables, no en vano nuestro planeta estuvo cubierto de aves enormes hace millones de años. A raíz del pánico nuclear -y por motivos obvios- desde Japón nació en 1954 con el film “Gojira” el personaje de Godzilla, un personaje que entraría en el imaginario y en la historia del cine protagonizando sagas y versiones que llegan hasta nuestros días. No es dificil creer pues que este primer film es una obra de arte indiscutible y es que lo es.

Planteamiento, edición, efectos, actuación y guión se complementan a la perfección para aterrorizar al público ante la amenaza al tiempo que deja un lugar para plantearse las disyuntivas morales relacionadas con la ciencia así como las consecuencias de la misma, un punto que muchos de sus vástagos olvidan en pro de la destrucción masiva y la acción militar.

Dentro de la retrospectiva se pudieron ver otros títulos míticos de la temática Kaijû eiga como “Los monstruos del fin del mundo”, “El monstruo que amenaza el mundo”, “Gamera el guardián del universo”, los dos films de “Ataque a los titanes” y saliendo de las fronteras japonesas, la honkonesa: “El grandioso hombre de Pekín”, imprescindible.


La sección oficial ha vuelto a ser un arcoiris de sensaciones y nuevos descubrimientos para la crítica y público asistentes. Como triunfadoras de la presente edición, tres películas: “The Mohican Comes Home”, “Old Stone” e “Ip Man 3” llevándose respectivamente Premio del jurado, de la crítica y del público, siendo además de nueva incorporación este año dos galardones, otra muestra, junto con el crecimiento de programación e invitados, de que el festival está haciendose año tras año cada vez más grande.



Otra de las apuestas de este año que han aumentado su interés recae en la sección “ruta de marco polo”, una visión de asia desde otras fronteras. Estos trabajos donde se muestra una visión de asia dando un paso atrás son una muestra de la influencia mutua existente entre nuestros artes. Influencia que deriva en confluencia en la mayor parte de los casos, algo que queda representado por ejemplo en el documental de Oriol Estrada “Songokumanía”, un pedazo de las infancias de muchos niños y niñas que nos explica el recorrido de la serie “Dragon Ball”, tan de moda otra vez entre las nuevas generaciones.


 


El festival se complementa con muchas actividades paralelas que culminan cada día con la cena temática en la emblemática Bassa dels Hermanos. Qué mejor forma que acabar el día con una cena típica del país de la película que estás a punto de ver al aire libre. El festival sabe que está en un acierto y crea cada noche una fiesta con demostraciones y otras sorpresas, en la edición que nos compete hemos tenido: Karate, Jiu Jitsu, un concierto de White Noise, canciones chinas, flamenco (a colación del film “Beijing Carmen”, para el que se sorprenda), cometas, concierto y bailes nepalíes, taekwondo, taichichuan, taller de bollywood y espectáculo de danza oriental.



No contentos con eso, la oferta paralela se ha completado con presentaciones, exposiciones y otros talleres. Destacando la presentación del libro: “Kaijû! Cuaderno de campo”, tras su exitoso crowdfunding; la exposición art toys de maneki-nekos, el taller de caligrafía japonesa o el de creación de Hikaris.



 

En resumen, una forma perfecta de satisfacer a más de 9000 espectadores durante seis días de verano y demostrar que oriente y occidente están más cerca que nunca.

Empezamos pues a contar los días para la próxima fiesta cinematográfica de les Nits de Vic. ¡Ya queda menos!

 



Por Silvia García Palacios