¡Viva la ciencia ficción!

Cinco historias aparentemente independientes se entremezclan en la experiencia visual de “Like cattle towards glow”. Formas de ver, vivir y entender el sexo entre oleajes de introspección.

 

 


 

 

 

Ideada originalmente como una película porno, esta “nova visió” transgrede por intérpretes, chicos adolescentes, por tratar disfunciones sexuales, violaciones, necrofilia, incesto...y destaca por la intensidad implosiva de la que hace gala durante todo el metraje. Interesante.

Y más que interesante ha sido la rueda de prensa de uno de los invitados de lujo del festival, el inconmensurable Christopher Walken. Todo un referente que ha hecho gala siempre de un estilo propio difícil de imitar.

 

Entre anécdota y anécdota de sus más destacados papeles, ha demostrado una gran satisfacción por su carrera y su gratitud por recibir un galardón del festival.

Llegados a este punto, el listón parecía no llegar más alto, cuan equivocados estábamos, en la sala del Prado nos esperaba una de las películas del festival, la increible: “Ikarie XB1”.

Sin duda, precursora de 2001 y de todo un imaginario espacial, el filme hace las delicias de cualquier amante del fantástico y la ciencia ficción.

 

 


 

 

 

La película de origen checo plantea todo lo que se convertiría en el abc del género. Viajes a lo desconocido, tecnología punta, enfermedades espaciales o el choque con el pasado-presente entre otros. Todo ello con una factura envidiable que no ha envejecido en absoluto. Por añadidura, lo que la hace aún más especial es la elegancia con la que plantea la evolución de la sociedad comunista en un modo de vida más civilizado en contraposición con el exceso y la vacuidad implícita del capitalismo. Una joya que bien se merece que se estrene en salas.

Y otra película que se ha de ver en cine es sin duda “Hardcore Henry”. Un subidón de adrenalina pura de principio a fin.

 

 


 

 

 

Rodada en primera persona colocando una gopro en la cabeza del intérprete (varios artistas del parkour) el film consigue un dinamismo comparable al de un videojuego donde el espectador se siente como el protagonista. La acción no da descanso, tan pronto saltas de un avión como eres perseguido por azoteas, disparado por un grupo de soldados o las cosas explotan a tu alrededor. Siendo un cyborg esto podría ser el pan de cada día aunque en el caso de “Hardcore Henry” es una pirotecnia para los sentidos.

 

Para no bajar el ritmo continuamos con una doble sesión: “Three”, la película del asiduo del festival Johnnie To y el documental de ésta precediendo su pase.

 

 


 

 

 

El documental no podía ser más interesante repasando las fases del rodaje de la película, la forma de trabajar de To con sus guionistas y culminando con el increíblemente coreografiado plano secuencia final a cámara lenta (y por cámara lenta no nos referimos a que la velocidad se modificó en postpo sino que los actores tuvieron que moverse lentamente, toda una proeza de meses de preparación).

Por su lado, el film es un ejemplo de cine policiaco al uso, ya que, a parte de esa gran escena final, nada destaca en demasía. El argumento va por los mismos derroteros con una trama que combina la corrupción policial con el juramento hipocrático y la vileza del protagonista delincuente.

 


Otro día más se acaba y decidimos hacerlo con lo último de Miike, como no podía ser de otra forma, el japonés no puede faltar en la programación del festival y para más datos el propio director presentó el film y anunció su próximo rodaje en nuestra sede. Algo con lo que de seguro se contará en la próxima edición del Sitges film Festival.

 

 


 

 

 

En un futuro (espero que muy lejano) Marte está invadido por cucarachas evolucionadas, con una fuerza y tamaño descomunal. Para su exterminio, se crea un grupo de delincuentes terráqueos a los cuales se les ha modificado el adn para que se transformen en un insecto. Basado en un manga de éxito, el trabajo de Miike no decepcionará pero tampoco entusiasmará, pues tratándose de un film de encargo, hasta el propio realizador hizo gala de su humildad diciéndonos que no nos esperáramos “algo típico de él”.

Las transformaciones y el desarrollo del film resultan algo aleatorios y vacíos, pareciendo una compresión de una historia mejor que la “especie de precuela” que se nos plantea. Empero, esperaremos con ansias su próximo hacer.



Por Silvia García Palacios