El veraniego Festival de vic vuelve a abrir sus puertas en su edición número 14 con una propuesta de cine oriental envidiable.
La presente edición centra su leitmotiv en las féminas guerreras venidas del cine chino y hongkonés, un género en sí mismo en el que tendremos la oportunidad de encontrarnos con títulos imprescindibles y al tiempo olvidados que fueron de una gran importancia para posicionar a la mujer, no tan sólo como protagonista sino cual arma letal, siempre limitada al sexo contrario. Así mismo, por tercer año consecutivo, el festival no limita sus fronteras de la retrospectiva a la sala de cine, sino que redondea su homenaje con la edición de un libro alrededor de la temática. Este año lleva por título “Kung fu girls” escrito por Domingo López y Jorge Endrino e ilustrado por Toni Begares.
Como viene siendo tradición, cada año se rinde homenaje a un país asiático, este año le toca a la gran China y cada día se ha estructurado de una manera excepcional. Cine infantil en la primera sesión, retrospectiva, documental y filmes a competición culminando con un pase al aire libre en la ya entrañable Bassa dels Hermanos acompañado de actuaciones y gastronomía oriental.
Arrancando con china, la primera jornada nos dedicó un delicioso recogido de cortometrajes clásicos de la productora Shanghai Animation Film Studio (SAFS): “¿Dónde está mamá?” “Los monos y la luna”, “Los tres monjes” y “El niño y la flauta de bambú” en los que la simplicidad de la acuarela compite con la de la narración y el mensaje, en una colorida armonía que embelesa enormemente.
En los días siguientes los infantes pudieron disfrutar de otros títulos de animación como “Gatos” (Mikinori Sakakibara, Kunihiko Yuyama, 2017), un interesante trabajo que anima a los más pequeños a aprender a leer como base para el estudio y comprensión del mundo que nos rodea usando a gatos como protagonistas en un film que finalmente resulta en una apología de la independencia animal y la amistad pura. “El reino de las ranas” (Nelson Shin, 2013) por contra, sufre de una reiteración peligrosa en el uso de estereotipos disneyanos y una carencia de narración que la hace poco congruente, algo que la limita para que entretenga a un rango de edad bajo. “Ronja, la hija del bandolero” (Goro Miyazaki, 2015) obviamente del Estudio Ghibli. “McDull rise of the rice cooker” (Brian Tse, 2016) con una aventura del cerdito más querido en hong Kong y “En este rincón del mundo” (Sunao Katabuchi, 2016), film que contextualiza su historia en la segunda guerra mundial con elegancia clásica.
Siguiendo con la retrospectiva, qué mejor que empezar con la hongkonesa “Yes Madam” o como se llamó en occidente “Ultra Force 2” (Corey Yuen, 1985) protagonizada por el tándem explosivo de Michelle Yeoh y Cynthia Rothrock en una frenética cinta cuya acción va in crescendo a cada minuto y en la que las acrobacias/coreografías son dignas de enmarcar en la memoria.
Para mantener el listón bien alto seguimos con “Iron Angels” (Raymond Leung, Teresa Woo, 1987) una versión bestial de “Los ángeles de Charlie” en la que los gadgets son tan protagonistas como las trepidantes escenas de acción. Cambiando de tercio se encuentra “Magnificent Warriors” que, de nuevo protagonizada por la increíble Yeoh, coge pinceladas de Indiana Jones para contextualizarse en zona ocupada nipona durante la segunda guerra mundial para defender un pueblo oprimido y ayudar a ganar una pequeña batalla. Para completar la retrospectiva tenemos “Naked Weapon” (Ching Siu Tung, 2002) protagonizada por una nueva reina del cine de acción: Maggie Q; “My young auntie (Las garras de la tigresa)” (Liu Chia-Liang, 1981) cuyos títulos ya dicen mucho del film y donde la figura de la mujer sigue siendo fuerte, representado por una viuda que ha de defender su posición ante los ataques por sus riquezas; “Mrs K” (Ho Yuhang, 2017) de nuevo con Kara Wai encabezando el reparto y volviendo a demostrar la entereza femenina; y como guinda “Ninja Special Agent justy wind” (Eiji Kamikura, 2017), power rangers féminas, ¿algo más a añadir?
Los documentales han hecho las delicias de los asistentes y han complementado la retrospectiva sobremanera. Hemos podido disfrutar de “¡Dragon Girls! Las amazonas pop asiáticas” (Yves Montmayeur, 2016) donde se hace un repaso a las reinas de la acción femenina oriental desde el punto de vista occidental pues parte de un film que abrió las puertas del cine chino de época que combinaba acción y artes marciales con una presencia femenina firme, hablamos de “Tigre y dragón”. “The beauties of the Shaw Studios” (Ian Taylor, 2003) que, como su nombre indica narra la historia de la mítica productora a través de sus actrices que luego se convertirían en iconos del séptimo arte. “Mira” (Lloyd Belcher, 2016) con la historia de superación de la protagonista cuyo nombre da título al documental. Y cerrando esta sensacional selección “Gulabi Gang” (Nishtha Jain, 2012) film que narra la revolución de los saris rosas.
La sección oficial se presenta como cada edición de lo más apetitosa y no en vano se combina con cultura y gastronomía.
Empezando un breve repaso a la misma, encontramos el drama costumbrista de “Mountain Cry” (Larry Yang, 2016), un film dotado de grandes aciertos en lo que refiere a la técnica que peca en la historia, dotándola de una crueldad metida a presión en una situación ya de por sí extrema. Un dramón en toda regla que acongoja lo suficiente como para empatizar con la sufrida protagonista enmudecida por su secuestrador y violador a la cual le arrebatan su merecida, si no felicidad, tranquilidad.
Coincidiendo con la primera noche en la Bassa y a tenor del país invitado, China, es de mencionar la entrega del premio de honor a la actriz Qin Yi, gran actriz y activista que recibió “a distancia” el premio con mucha alegría ya que se convirtió en su primer premio español a sus 95 años.
Seguidamente y precedido de un cortometraje alucinante mezcla de star wars y artes marciales espectaculares pudimos disfrutar del film “Cook up a storm” (Ye Wei Min (Raymond Yip), 2017) un divertidísimo homenaje a la restauración en la que tradición y modernidad luchan casi literalmente con lucha de clases y especulación inmobiliaria incluida. Todo un espectáculo que recuerda por momentos al anime “El gran sushi” aun tratándose de un film chino/hongkonés.
Cambiando un poco de tema está la comedia negra “Moriyamachu driving school” donde el optimismo y su antónimo se encuentran personificados en sus dos protagonistas para influenciarse un poco, lo justo para saber qué se siente al otro lado y valorar sus experiencias vitales. Un film que adapta perfectamente el tono típico japonés capaz de ser patético y cómico al tiempo. Siguiendo con el cine nipon “Strange Tales of love and strangers” (Raita Kuramoto, 2017) consigue aportar una visión muy particular de las relaciones con una historia de vidas cruzadas cuyo elemento cohesionador resulta en un trauma de pérdida que los incapacita para el sentimiento en sí mismo. A raíz de la incorporación de una forastera en el pueblo de dichos personajes serán capaces de desbloquearse, cerrar viejas heridas y ser capaces de continuar el camino vital. Con una ingenuidad y falta absoluta de pretensiones, el film transcurre de forma fluida y consigue con creces sus objetivos, una delicia.
A competición también tenemos “Saving Sally” (Avid Liongoren, 2017) film que mezcla animación e imagen real al puro estilo “Scott Pilgrim contra el mundo” salvando las distancias; la esperada coreana “Fabricated city” (Park Kwang Hyun, 2017) donde la realidad física y la virtual se entremezclan de forma explosiva; “Duckweed” (Han Han, 2017) un mágico largometraje con viajes en el tiempo que explora la relación paterno filial; la india y, cómo no, musical “Munna Michael” (Sabbir Khan, 2017) en la que la típica historia del pobre que se encamina hacia la riqueza se mezcla con las coreografías, tanto de lucha como de baile, más impresionantes.
La noche vampírica celebrada el viernes contó con los vampiros de Hong Kong de “Vampire cleanup department” (Yan Pak Wing, Chiu Sin Hang, 2017) imprescindible comedia para los amantes del género chupasangre junto con el hipergalardonado cortometraje de “Caradecaballo”.
Otro de los títulos más esperados era el del documental “The posterist” (Hui See-Wai, 2017) que se acerca al arte de la creación de carteles en la época de gloria del cine de Hong Kong. A colación de este documental, mencionar y alabar la exposición de carteles que el festival nos regaló sitada en la Biblioteca Joan Triadú, otra de sus sedes. Volviendo a la Bassa, la noche del sábado fue la elegida para la proyección de “Shock Wave” (Herman Yau, 2017) protagonizada por el maravilloso Andy Lau metido en las carnes de un superintentende de armas tomar en este trepidante thriller. Volviendo al cinema Vigatà, como sesión golfa se presentó la loca y desternillante “Tetsudon, the kaiju dream match” (Yoshihiro Nishimura, Hideki Oka, Bueno, Taisuke Aoi, et al, 2017), delicia kaiju bajo múltiples batutas de culto que contó con la presencia de Hoshino Hisao, alguien que simplemente se hace querer.
Los últimos films a concurso que se pudieron disfrutar fueron “One night only” (Matt Wu, 2016), típico film de “todo en una noche” con azar, acción y amor; y “Extraordinary mission” (Alan Mak, Anthony Pun, 2016), thriller de tráfico de drogas y agentes infiltrados donde no faltan las persecuciones, las explosiones y los tiroteos a mansalva.
Resta tan sólo adjuntar los premios que se han otorgado en esta 14 edición, así pues, el Premio del Jurado ha sido para: “Mountain Cry” con una mención especial a “The posterist”, el Premio del público se lo ha llevado: “Fabricated city”, y el Premio de la crítica ha sido otorgado a: “Duckweed” .
En fin, un festival que cada edición vuelve a superarse y que inevitablemente crecerá más y más y allí que esperemos estar, edición tras edición para disfrutar de la cultura oriental desde Vic.