El día de hoy lo hemos empezado con la segunda parte de la comedia negra “Creep” (Patrick Brise, 2015). Sin dejar de lado el estilo de found footage, el director vuelve a enfundarse en la piel del peculiar asesino en serie aficionado a la videocámara. Alejándose de la pura comedia de su predecesora, “Creep 2” describe la crisis de los casi cuarenta de su deprimido protagonista y lo enfrenta a una digna "adversaria" en la que buscará su nueva inspiración, algo mortalmente peligroso. Una secuela fiel aunque menos graciosa que sorprende de nuevo con su imprevisibilidad y buena interpretación.
Seguimos con la fallida "Heretics", film de sectas adoradoras de satán que se queda corta en todo lo que propone. Lo único que podría haber tenido un cierto interés se descubre muy rápido en la trama lo cual hace que decaiga por completo el film y no veas nada más que un personaje escupiendo y babeando... Por otro lado, la sexualidad, un tema recurrente en el imaginario satánico, casi roza el insulto por su pretendido liberalismo y su reduccionismo adolescente.
Llega la sorpresa agradable del.día con "Housewife". El director de baskin, Can Evrenol, cuya obra pudimos ver en la edición del año 2015, presenta una película que trata temas como el trauma del superviviente, la adoración ciega o el ocultismo. Un notable trabajo del realizador, que ha sabido usar un presupuesto mayor que la anterior, y que ha sido capaz de introducirnos en un mundo infernal desde lo aparentemente cotidiano. La analogía directa entre los congresos de superación personal o de empresas con esquema piramidal, tan comunes en países como los estados unidos, con el mundo de las sectas y en el caso que nos ocupa, el origen del mal, es magistral. No queremos dejar de destacar la actuación de la protagonista, la cual pone los pelos de punta, siendo capaz de realizar cambios de registro en un segundo. Muy recomendable.
Con buen ánimo seguimos con “Night is short, walk on girl”. Film de animación del magnético director de “Mind game” (2004) Masaaki Yuasa. Sólo un director japonés podría mezclar una historia de conquistas amorosas con una apología del alcoholismo, el dios de los libros, un grupo teatral anárquico y una epidemia en cadena. Poco más se tendría que decir para animar a todo el mundo a vivir esta frenética experiencia que hace que tu corazón dé brincos de principio a fin. Pero es que con la película se disfruta de una libertad artística que pocas veces podemos vivir en la pantalla grande.
Sin querer dar más spoilers tan sólo celebrar la oportunidad de este visionado con una copa, cosa que se apetece más que adecuada, aunque no podamos emular a su protagonista femenina con su “me beberé todo lo que me pongas por delante”.
Acabamos el día con la intensa “O animal cordial”. Film dirigido contundentemente por Gabriela Amaral Almeida en el que un simple robo se convierte en una bajada a los infiernos emocionales. Lo que en cualquier otras manos podría haber derivado en el ridículo o la carencia de veracidad, en este caso es todo lo contrario gracias a un excelente trabajo actoral y de desarrollo de personajes. Hasta se permite el lujo de introducir crítica social al tiempo que compara con canes a sus protagonistas. Un acierto.