Lo superficial y La memoria

Hace ya unas cuantas ediciones del festival descubrimos un diamante en bruto con la extraordinaria “Red White & Blue” (2010), un electrizante retrato de la violencia americana. Hoy tenemos la oportunidad de ver el último trabajo de su director con “Fashionista”. Sin perder su estilo, Simon Rumley enfoca su retrato de la sociedad estadounidense hacia el mundo del consumismo representado por la moda y con ciertas reminiscencias a la cercana “Neon Demon”. Su protagonista, una adicta, pasa por una situación extrema debido a su adicción que la conduce a la insanidad. Abierto está el debate, ¿lo superficial te conduce a la autodestrucción y la estabilidad llega con la suficiencia? Por otro lado, toca ligeramente el tema de cómo las consecuencias de este enganche a la abundancia llevan a daños colaterales imperdonables, una posible metáfora al rabioso consumismo que nos invade. Recomendable.




Y de aquí nos dirigimos a la presentación de “Campfire Creepers” con la presencia de su director Alexandre Aja (“Alta Tensión”, 2003) y por su protagonista, el mito del género, Robert Englund. Éstos titanes han unido sus fuerzas para adentrarse en la aventura de la Virtual Reality y han creado la primera serie en VR de terror.

Tras la presentación de realizador y elenco y el turno de preguntas donde quedó patente que se apuesta por el futuro de este nuevo formato pudimos visionarlo y comprobar que se trata de una experiencia enormemente gratificante en la que la inmersión es muy alta. El trabajo de Aja, además cambia de perspectivas y planos para construir una vivencia al tiempo más vívida y fílmica cosa loable en comparación con otros trabajos de VR que hemos podido ver en el espacio de Samsung y que se limitan absolutamente a grabar en 360 grados sin cambiar de posición la cámara, dejando el interés en la parte digamos “frontal” limitándolo por completo y haciendo, en mi humilde opinión, innecesario, el grabar con este sistema.     



Dejamos los 10 minutos en Realidad Virtual con Robert Englund torturándonos y matándonos (qué majo) para encaminarnos a nuestra siguiente cita en la sala Tramuntana y “Marjorie Prime”.


El film, dirigido por Michael Almereyda (conocido del festival por “Experimenter”), es la definición de ciencia ficción. Excavando en el significado de la memoria, la historia, y de cómo eso nos hace humanos, vertebra una progresión tan esclarecedora como perturbadora. El hecho de que lo artificial sea la vasija de lo que no podemos mantener como temporales y sin embargo queremos mantener, no hace otra cosa que provocarnos una introspección existencial casi catártica. Es muy satisfactorio encontrar películas que con sencillez y saber hacer generalizado lleguen hasta límites insospechados.   


 




Por Silvia García Palacios