Y al séptimo día...

Llegamos al séptimo día con la gamberra “Dave made a maze”, un film sencillo en el que se han empleado más cajas de cartón que nunca. Escondiendo la diversión por la diversión, el mensaje que lanza es que es mejor hacer y acabar algo, por muy loco que sea que ser una nulidad vital. Para ello el protagonista hace un fuerte de cartón en su comedor cuyo interior es como un parque de atracciones de papel. Con la clara reminiscencia al laberinto del minotauro incluida, la película se reduce a un disfrute infanto-adolescente del departamento de arte y a un seguido de gags simpaticones aunque demasiado facilones, la verdad.

 

 

 

 

 

 

La ansiada doble sesión de Bruce LaBruce acontece en la sala tramuntana y no decepciona. Empezando por “The Misandrists”, film contrarevolucionario en pro del dominio femenino usando la pornografia como instrumento, y terminando con “Ulrike’s Brain”, apología de las apologías jugando con la resurrección de ideólogos de la RAF y neonazis. En conjunto una perfecta sesión doble rebosante de mensajes de la izquierda radical de uno de los autores más controvertidos del panorama alemán. No sorprende el hecho de que la cantidad de espectadores fuera baja ni de que hubieran muchas bajas durante las proyecciones, pero sin duda es de aplaudir el hecho de que se puedan disfrutar en este festival, lo cual demuestra su excelente atino.

 

 

 

 

Cambiando de tercio absolutamente se halla “Salyut-7”, producción rusa que lleva a la gran pantalla un capítulo de la historia de la carrera espacial en el que se envió un equipo de rescate de una de sus estaciones para evitar por un lado que se desplomara sobre la Tierra y por otro que fuera robado por los estadounidenses. La película, un blockbuster al uso, tiene, empero, momentos trepidantes propios del subgénero como el acoplamiento de las naves, y momentos de heroísmo (fuerza de voluntad) que tanto caracteriza al pueblo ruso en sus epopeyas. Un film correcto cuya dramatización hace que peque de comercial y no tenga interés más allá de la puesta en escena.

 

 

 

 

 

 

“Matar a Dios” cierra el día. Esta comedia española excelentemente interpretada por Eduardo Antuña, Itziar Castro, Francesc Orella, David Pareja y Emilio Gavira, plantea una situación única; Dios ha decidido exterminar a la raza humana al puro estilo bíblico dejando sólo dos supervivientes, una disfuncional familia tendrá la difícil tarea de escoger a estos supervivientes. La primera parte del film es una desternillante comedia negra, mas la segunda parte se desinfla progresivamente al ponerse digamos “demasiado seria” culminando con un desenlace algo desolador y poco coherente.

   

 



Por Silvia García Palacios