Por fin llegó el día en que podremos disfrutar, como nunca un servidor ha hecho, del film Kaiju por excelencia: “Godzilla (ゴジラ)” de 1954 creada por Ishirô Honda, popularmente conocido como “el padre de la bestia”. En esta ocasión tan especial, contamos con una re-versionada copia para que pueda ser disfrutada con orquesta en directo, en nuestro caso, con la Filarmónica de Tokio, todo un lujo para los sentidos.
Antes del inicio del film, nos registramos e inmediatamente nos dan un pequeño briefing de lo que va a acontecer -como siempre todo bien atado y organizado por el staff del festival-. Para empezar, nosotros entramos antes de que abran las puertas al público y nos sitúan en las dos primeras filas de la sala. Tras la espera, mientras entran quienes han adquirido su entrada y compartimos impresiones con los colegas de profesión, comienza la presentación del evento -ゴジラシネマ・コンサート-.
Una vez todos acomodados, el presentador de la gala da entrada a los artistas invitados: Shogo Tomiyama, productor de la serie Heisei de Godzilla; Masao Iwase, productor musical; y Shinji Higuchi, el director del último film estrenado de misma temática: “Shin Godzilla”. Todos nos hablan un poco de sus experiencias para con la saga y de cómo ha sido implicarse en la producción musical para este evento que, para compaginar al milímetro la orquesta con el transcurso del film, el equipo tuvo que ver muchas veces la copia original del mismo y gracias a un gran trabajo del director de orquesta, Kaoru Wada, el resultado ha sido sencillamente brillante.
Acabadas las presentaciones y charlas, nos ponemos en marcha, encendemos los motores hacia el país de “dejarnos llevar por la música” y relajamos los sentidos para poder disfrutar plenamente de cada segundo. Nada más comenzar los créditos, la orquesta empieza a sonar y en tan solo un instante, a un servidor se le comienza a erizar hasta el vello que no sabía que tenía, trayendo consigo a mi mente aquella primera vez que vi el film y la fascinación que me causó el tema principal de la banda sonora.
Sinceramente, sin tener que meternos mucho a explicar la trama, tener la oportunidad de contemplar la majestuosidad de Godzilla en pantalla grande y con música en directo, es algo que todo fan debería permitirse por lo menos una vez en la vida. Sólo de ese modo podrán entender la inconmensurable experiencia que el que os escribe y el resto de privilegiados pudimos disfrutar gracias al Festival Internacional de Cine de Tokio.
¡Qué mejor forma que con la sensación de estar flotando en una nube, para dar por finalizada nuestra presente jornada! Imposible que nos quepan más emociones.