Crónica del TerrorMolins 36 Parte III

Jueves 16: Conferencia, charla y networking


Por la mañana tuvo lugar la sesión ESCAC, unas conferencias sobre Oficios de Cine dirigidas a un público joven para aprender los diferentes cargos tras una producción cinematográfica. También dio comienzo el networking y pitching, que duró hasta entrada la tarde, y donde diversas productoras y cineasta se encontraron para presentar sus proyectos. Además de llevar a cabo tres workshops de formación en aspectos como la distribución o la valoración de proyectos.



La Peni volvió a proyectar dos sesiones dobles. Por la tarde doble ración de gore: “Replace” (Norbert Keil, 2017) y “Housewife” (Can Evrenol, 2017). La primera es un body horror con una estética demasiado bella y pulida para el tema que pretendía tratar. Mientras que la segunda fue una breve historia con un ritmo in crescendo hasta llegar a un clímax sangriento plagado de referencias.


De noche “Trauma” (Lucio A. Rojas, 2017), un rape and revenge chileno, con discurso sociopolítico incluído, que agitó butacas durante ciertas escenas que no tenían nada que envidair a “A Serbian film” (Srđan Spasojević, 2010). Y cerró la sala “Mom and dad” (Brian Taylor, 2017), en la cual las madres y los padres de toda una ciudad enloquecen y sienten el impulso de asesinar a sus hijas e hijos. El principal aliciente es el padre protagonista: Nicolas Cage, que nos regala momentos mágicos que no necesitan pasar por Internet para ser ridículos y surrealistas. Al día siguiente se llevaría el Premio al Mejor Director.



En la Gòtica se llevó a cabo una charla sobre gamificación y cine y la proyección de “Das weisse band”, última proyección retrospectiva de Haneke


Viernes 17: Clausura


Uno de los días más tranquilos, si no el que más, de esta edición del festival. De buena mañana, la Peni se llenó de peques y tuvieron lugar dos muestras de cortos para institutos. A media tarde, se proyectó el documental “Herederos de la bestia” (Diego López y David Pizarro, 2016) y en la Gòtica, “Tonight she comes” (Matt Stuertz, 2016).


Entrada la noche, tuvo lugar la sesión de clausura con la lectura del palmarés. “A ghost story” (David Lowery, 2017) fue la película que cerró la gala, una elección muy arriesgada ya que pese a que se pueda clasificar en terror, su carácter existencialista y un ritmo muy lento contrastó no sólamente con el evento en sí, si no con casi toda la dinámica de los siete días anteriores.



Sábado 18: 12 horas de terror


Durante toda la mañana y hasta media tarde, la Gòtica se llenó a asistentes para jugar a diversos juegos de mesa, dentro del evento Molins Horror Jocs. Y desde dicha media tarde, comenzó a llegar el gran público dispuesto a hacer cola para las clásicas 12 horas de terror.


La maratón de esto año estuvo compuesta por las siguientes seis proyecciones: La canadiense “Les affamés” (Robin Aubert, 2017), un enfoque ligeramente diferente al género zombie. “Revenge” (Coralie Fargeat, 2017), un rape and revenge, bruto como tantos otros, pero dirigido por una mujer y, por ello, con un enfoque ligeramente distinto. “The lodgers” (Brian O’Malley, 2017), clásica historia de fantasmas gótica y ganadora del Premio a la Mejor Película.



En esta ocasión, la peli sorpresa fue “The crazies” (1973), en homenaje al fallecido George A. Romero. La siguió “Game of death” (Sebastien Landry y Laurence Morais-Lagace, 20127) de corta duración y con adolescente siendo masacrados, necesaria para animar a quienes empezaban a caer rendidas a altas horas de la madrugada. Y cerró la maratón “The night watchmen” (Mitchell Altieri, 2017), serie B gore con algo de humor negro, lo justo para poder salir al exterior ya empezado el día y haber sobrevivido a otras 12 horas de terror.




Por Gabriel Chueco Riera