Vida y muerte, el bien y el mal.

A un día de finalizar el festival y conocer al fin su palmarés, amanecemos con una segunda parte, ¡Y menuda segunda parte! Nada más y nada menos que de “Halloween”, coincidiendo con su cumpleaños. Cuatro décadas han pasado desde que una adolescente Jamie Lee Curtis pasara una traumática noche perseguida por un incansable e inhumano asesino cuya obsesión por ella roza límites insospechados.

 



Dirigida por David Gordon Green, el testigo ha sido bien pasado ya que la película recoge y mantiene la esencia de su predecesora así como su banda sonora (arreglos a parte, del propio Carpenter) para seguir con una historia que casi parece referirse a la lucha del bien contra el mal. El hombre del saco, Michael Myers, es persistente con su meta asesina aun habiendo pasado muchos años y su víctima, Laurie Strode, ha dedicado su vida a fortalecerse con el trauma a cuestas. Ambos desde sus propias “prisiones” parecen tener una unidad de complicado consenso que ha de finalizar trágicamente. En todo caso, buena entrega de la saga, sin más pretensiones, en la que destaca el empoderamiento de la mujer de forma grata.   


La eterna lucha entre la luz y la oscuridad vuelve a vislumbrarse en el siguiente pase. Y es que si un film lleva por título “The man who killed Hitler and then The Bigfoot” no puedes menos que darle una oportunidad, pero es que si además está protagonizado por Sam Elliott es inevitable su visionado.





Os podéis imaginar el argumento de esta película con la que debuta en la dirección Robert D. Krzykowski y que se presenta en la Sección Oficial fantàstic discovery y os equivocaréis. Estamos ante una disertación crepuscular acerca de las personas anónimas cuyos actos pueden considerarse grandiosos y de cómo ésta “grandiosidad propia de héroes” es discutible y de cómo lo que te dicen que es en pro de un bien mayor para la humanidad hace que te sacrifiques física y moralmente. El protagonista, Sam Elliott una persona honrada ya viendo que tiene más tiempo por detrás que por delante, se enfrenta a la aceptación a través de la sabiduría que sólo una revisión episódica de sus vivencias puede aportar. La banda sonora no se queda atrás y complementa excelentemente un film en el que los mitos no son más que eso, donde la importancia está en lo que hacemos de ellos.



Cerramos este día y de un monstruo mítico como es el Bigfoot pasamos a todos los monstruos clásicos imaginables con el documental “Wolfman’s got nards”.


 


Alrededor del film “Una pandilla alucinante”, el cual con el pasar de los años se ha hecho mítico para todos aquellos que la vieron durante su niñez allá en el 1987, se construye este documental dirigido por el entonces joven protagonista de aquel equipo antimonstruos.

 

Este documental bastante al uso recorre episódicamente desde el origen del film, pasando por su revival durante los dos mil hasta el impacto en los fans y lo hace de una forma formalmente correcta y poco sorprendente teniendo el atrevimiento de forzar una parte “dramática” bastante fuera de lugar dentro de la estructura y contenido. Sólo un fan del film disfrutará plenamente del mismo y podrá entender esta creación “de culto” alrededor de un film del cual a todos se nos graban escenas en la memoria como la mítica que le da título. Si, los hombres lobo tienen huevos.  




Por Silvia García Palacios