Crónica semanal del Terrormolins 2018

La 37a edición del Festival de Terror de Molins de Rei ha terminado y nos ha dejado con muy buen sabor de boca. Con Brian DePalma como centro de las retrospectivas y una sección oficial con títulos muy interesantes, hemos podido disfrutar de una preciosa amalgama de cine clásico y nuevos filmes que buscan tanto la innovación más cañera como hacer honor a un género que, a diferencia de sus personajes, se niega a dejarse matar.





De eso se habló precisamente el Lunes 12 en la charla y debate “Terror moderno vs. clásico” en la sala Gótica. A lo largo de una hora y media se desarrollaron temas interesantísimos a manos de Javier Rueda y Omar Parra. ¿Se está apropiando el cine mainstream de un género que ha sido, en muchas ocasiones, rechazado? y, lo que es más importante ¿lo está consiguiendo? ¿Hacia dónde se está moviendo el terror, cuál es el siguiente paso en su evolución? ¿Cómo están innovando los autores del presente? ¿Qué se considera autor? ¿Es lo explícito verdaderamente explícito en la actualidad?


Ese mismo lunes, a la 18:00 pude visionar “ABRAKADABRA” (Luciano y Nicolás Onetti, 2018), una película homenaje de los giallos con una estética muy bien cuidada y un final sorprendente que, pese a estar en sección oficial, no se llevó ningún premio. Y es que a estas alturas ya no basta con recordar y recrear lo que antaño funcionaba en nombre de la nostalgia, vaciando de contenido y ofreciendo una obra que simplemente existe para ser olvidada, sin presentar ninguna novedad remarcable.





El martes trajo dos películas que, a mi parecer, fueron muy interesantes. La primera, “THE WITCH IN THE WINDOW” (Andy Mitton, 2018) me dejó un muy buen sabor de boca. De uno de los directores de “WE GO ON” (Jesse Holland i Andy Mitton, 2016), película que pasó por el festival hace dos años, nos trae una obra sencilla y pausada que trata lo sobrenatural desde un punto de vista muy humano, el miedo a lo desconocido, el efecto de dicho miedo en la gente que nos rodea y el sacrificio por los seres queridos. La segunda película de la sesión doble a competición es la doble ganadora del PREMIO A MEJOR ACTRIZ (Paola Lara) y PREMIO A MEJOR DIRECTORA (Issa López), además del PREMIO DE LA CRÍTICA DE LOS BLOGOS DE ORO a MEJOR LARGOMETRAJE, “TIGERS ARE NOT AFRAID” (Issa López, 2018). Una película intrigante y muy bien conseguida que tiene un ritmo exageradamente rápido y que trata el polémico tema de las desapariciones y asesinatos en México desde el punto de vista de los niños huérfanos que quedan detrás. Cargada de crítica política y despedazando temas tabú, Issa López consigue un efecto de terror absoluto mediante la inclusión de lo sobrenatural y fantástico en esa visión infantil e inocente que se pierde conforme pasa el tiempo y se suceden las desgracias. Una obra que rompe el alma del espectador.






El miércoles 14 disfrutamos de una sesión doble retrospectiva con “LA FURIA” (Brian De Palma, 1978) y “EL FANTASMA DEL PARAÍSO” (Brian De Palma, 1974). Ambas obras igual de contundentes y mágicas, me parecieron espeluznantemente preciosas y la sala entera las disfrutó muchísimo entre risas, angustias y aplausos.


El viernes trajo de nuevo a la gran pantalla la famosa “CARRIE” (Brian De Palma, 1976), la tétrica y triste historia de una adolescente con telequinesis que acaba con casi todo el mundo muerto. La magistral actuación de Sissy Spacek nunca pasa de moda y la sala se llenó hasta arriba de gente dispuesta a disfrutar de la obra de nuevo a lo grande y personas que jamás la habían visto y tuvieron la oportunidad de hacerlo de esta forma tan especial.






Tras un descanso, se reprodujo la doble galardonada biopic “LORDS OF CHAOS” (Jonas Åkerlund, 2018), contando, tal y como proclama, las “Verdades y Mentiras” de la historia que acabó en tragedia de Øystein Aarseth, el fundador de Mayhem y Varg Vikernes, el infame condenado por la quema de iglesias, y el cambio que llevaron a la escena del Black Metal en Noruega. Los premios que se llevó la obra fueron MEJOR PELÍCULA y MEJOR ACTOR (Rory Culkin en el papel de  Øystein, Euronymous). Una película rodada con una dirección de fotografía muy pálida que transmitía demasiada calma para los sucesos tan macabros que acontecen en ella.





La clausura la cerró la esperada “MANDY” (Panos Cosmatos, 2018). Una película con una imagen psicodélica a más no poder y que requiere de tu compromiso para verla, pues tiene un ritmo absolutamente contradictorio con los sucesos. Sin embargo, Nicolas Cage y la cultura del meme que trae consigo, mezclado con paisajes de ciencia ficción, atrajeron a una cantidad enorme de espectadores. Y quizá lo que necesitas no es comprometerte, sino entrar en la sala bien fumado para poder entenderla y disfrutarla en su totalidad.


Podéis ver el Palmarés entero en la web del festival:

 

http://www.molinsfilmfestival.com/es/2018/11/17/palmares-terrormolins-2018/



Por Asra Chueco