Atrás queda ya un fin de semana lleno de emociones y nos adentramos en la semana del festival, cumpliendo siempre con nuestras obligaciones laborales, llegamos al antepenúltimo día del festival. Nos sumergimos en otro mundo con el segundo film de origen nipón de la sección competición con Another World (半世界) de Junji Sakamoto (“Children of the Dark”, 2008).
Un título que de primeras te hace pensar en una película de ciencia ficción con seres de otros planetas y/o eventos extraordinarios, pero nada tan lejos de la realidad; se trata de una película contada desde el punto de vista de un individuo en concreto, pues como se suele decir, cada persona es un mundo.
Drama costumbrista que se ha ganado este año el premio de la audiencia gracias a eso, contar lo que podría ser la historia de cualquier espectador que estuviera en la sala, con un guión que toca temas como la amistad forjada por los años, los remordimientos almacenados, o el peso del trabajo familiar que pasa de generación en generación.
Y ese es precisamente uno de los puntos fuertes, la narración, que unido a unos siempre cortos pero sutiles tiros de cámara, hacen que el film cobre más realidad, si cabe, haciendo que el propio espectador crea estar en ese mismo lugar; algo que para un servidor es algo esencial en el séptimo arte.
Acabamos con grandes ánimos la jornada y volvemos rápidamente a casa con el último tren, sintiendo fuerzas renovadas para para empezar una nueva jornada laboral mañana…
Al día siguiente, sintiendo ya cerca el fin de esta edición del TIFF, nos preparamos para ver el último film que podremos degustar con una de las actrices más internacionales del panorama español, Paz Vega (“Dame 10 razones”, 2006), en lo que viene a ser su primera interpretación en el cine mudo con la obra The Bra.
Dirigida por el aclamado realizador Veit Helmer, premiado con 32 galardones por “Tuvalú”, obra del 1999 en la que ya dejó ver su sello característico, su oda al cine mudo de los años 20. El film con un argumento muy sencillo, a la vez que emotivo, versa, irónicamente, alrededor de la búsqueda de un sujetador por parte de su dueña; algo que ya de por sí generó bastantes sonrisillas dentro del público.
Durante la proyección certificamos cómo, ciertamente, el director le tiene mucho cariño al género, parte de la historia nos recuerda a una de las grandes obras protagonizadas por Charlot, “The Kid” (1921), que vemos en el caso que nos ocupa en la relación de ambos protagonistas.
Gran film, empero, nos vimos obligados a dejar la sala y perdernos el Q&A en el que estaba presente todo el equipo de actores, incluida Paz Vega, cosas de los trenes y sus horarios. Con este sabor agridulce, dejamos el recinto del festival, no sin antes reservar asiento para la gala de entrega de premios que se celebrará al día siguiente.
Y llegó el día siguiente. Tras la ceremonia de entrega de premios, asistimos a la rueda de prensa del Jurado de este año. De la cual salieron algunos comentarios dignos de mencionar:
Brillante Mendoza (uno de los mejores realizadores de nuestra época y jurado de esta edición del TIFF) aseguró que la ganadora a la mejor película del festival, Amanda (Mikhaël Hers, Ce Sentiment de l’été), lo es por muchos aspectos: una dirección perfectamente coordinada con los actores y un guión que abre muchas heridas pero que gracias a su poder narrativo te agarra desde el primer momento.
Otra componente del Jurado, Taraneh Alidoosti (actriz Iraní), aseveró que ha sido una experiencia muy agradable; que todos congeniaron desde el primer momento; y también nos destacaba que, para mantener esa imparcialidad en su toma de decisiones, nunca leían sinopsis y/o daban importancia al país de procedencia o el director de dicha obra, consiguiendo así centrarse más en el lenguaje cinematográfico de ésta misma.
Y con la lista de premios de esta edición os dejamos a la espera de poder ofreceros más imágenes y opiniones del ya más próximo TIFF 2019.
Por Santiago Maroto
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