Crónica de la Sección Oficial Cortometrajes

El veinticinco aniversario de la Alternativa nos trae una selección de diecinueve cortometrajes, haciendo gala, como de costumbre, de un eclecticismo envidiable.

Los cortometrajes elegidos se dividen, de nuevo, en tres sesiones en las cuales podemos ver lo mejorcito en ficción, documental, animación y experimental del año.


La primera sesión arranca con un documental curioso donde los haya “MOUNTAIN PLAIN MOUNTAIN” dirigido por Daniel Jacoby y Yu Araki. La objetividad brilla por su abundancia en un trabajo en el que simplemente somos observadores en una hípica nipona, visitando todos los puestos vitales que hacen del lugar lo que es. La pasividad de la rabiosa realidad da paso a una tranquilidad en la que la potencial curiosidad se ve saciada más no llena inquietud profunda alguna.




La calma se ve truncada por “MINI MISS” dirigida por Rachel Daisy Ellis. Otro corto documental que trastoca la serenidad de cualquiera al ver cómo las misses en miniatura brasileñas son un esperpento tenebroso de sus homónimas adultas al ver cómo se las desprende de su naturaleza, inocencia y voluntad en pro de… ¿belleza? En realidad retrata la fealdad más absoluta, niñas fingiendo lo que no son y sobretodo la egolatría de los adultos que baña cada imagen, esté explícitamente presente o no.


El director del siguiente cortometraje, Alexei Dmitriev, presentó su obra “МЕЖДУ КАДРАМИ (Entre tomas)” en el auditorio. Esta obra experimental es, básicamente, un compendio editado de las tomas vacacionales de la familia del realizador. En este se ve que el afán por la captación de imágenes puede tener su origen en la simple compulsión de un padre con una videocámara. La sinopsis no tiene desperdicio: “Si a un hombre le das un pez, le alimentarás durante un día; si le das una cámara, al cabo de veinte años tendrás una película”.


Un cambio radical tenemos con la entrañable “MUSIC & CLOWNS” de Alex Widdowson y su visión del cuidado de alguien con síndrome de Down tan cercano como su propio hermano, combinando la animación con la imagen real.





Y volviendo al mismo tema tocado con las misses de Brasil hace dos cortos, tenemos “EL CIELO DE LOS ANIMALES” realizado por Juan Renau. De nuevo, un concurso de “belleza” con las mismas superficialidades y egoísmos, aunque en esta ocasión los candidatos son canes y los que los presentan humanos. Queda claro quien es el animal aquí. Todo se resume en un plano de larga duración en el que uno de los concursantes, enjaulado, da rienda suelta a su desesperación como esclavo de la nada que es. Impactante y necesario trabajo, sin duda.


En otra línea, radicalmente opuesta, se halla “REASONABLE WATCHFULNESS” de Talena Sanders con una incursión interesante en la abstracción inherente.




La primera sesión finaliza con la maravillosa y cruda “LAS NUBES” de Juan Pablo González. Perfecta guinda para cerrar una primera incursión a la sección oficial de cortometrajes, este documental es el testimonio de una  de las tantas víctimas de la droga y la creciente violencia mejicana. Solo armado con un retrovisor y la valentía del protagonista, el realizador nos invita a acompañarle a una simple revelación, pero una llena de impotencia y sinsentido. Una maravilla.



Seguimos con la segunda sesión de cortos que empiezan con la producción libanesa “SHARAA AL-MAWT” de Karam Ghossein. Retomando la violencia de la sesión anterior, ahora le toca el turno a otra de las zonas con una cotidianidad terrible. Una zona del extrarradio dominada por la impulsividad arcaica y la dominación masculina más abyecta.


Continuamos con el corto de animación protagonizado por un mono con “PRENDS GARDE À L'INTUITION” realizado por Robin Courtel, el animal vive tranquilamente, pero no le dejarán. Extraño aunque bien dirigido.



Mucho más interés personal se halla en el extraordinario trabajo de “LE CASE CHE ERAVAMO” (Las casas que éramos) de Arianna Lodeserto. Crítica ácida y consecuente de la especulación inmobiliaria, en Italia, aunque tan universal como pocas cosas lo son. Y no es una crítica sin fundamento, mas se basa en un compendio de imágenes de archivo que nos muestran sin dejar lugar a dudas cómo puede que los tiempos cambien pero el mal no, seguimos con las mismas situaciones precarias de hace 50 años asumiéndolas con normalidad cual lobotomía reminiscente.  

Y le toca el turno al ganador de la presente edición. Hablamos de “OPTIMISM”, cortometraje dirigido por Deborah Stratman que narra las vicisitudes en el culo del mundo. Un pueblo tan aislado que incluso el sol les ha dado la espalda y de unos habitantes que se resisten a ello, aun usando las ideas aparentemente más locas. Divertido y curioso film que muestra la belleza de un lugar sombrío tan solo por deseo natural.





Cerramos la segunda tanda de cortos continuando con los pequeños pueblos y nos trasladamos al sur de España con “PORQUE LA SAL” de Cardozo Basteiro. Un retrato costumbrista de una pequeña comuna de extrabajadores de la sal. Como pasaba con las minas y otros sectores empresariales, era usual levantar casas para dar cobijo a los empleados, creando micro ciudades cercanas a la zona de trabajo. Como la que nos ocupa, algunas aún persisten en el tiempo mucho más allá de la muerte de su sector como reductos de un pasado, de una vida. Emotivo corto que se llevó el Premio del público.



La tercera y última sesión de cortometrajes a competición da inicio con “LOS QUE DESEAN” realizada por Elena López Riera y protagonizada por palomas. Volvemos al tema de los concursos bizarros con uno de lo más curioso: el “dueño” del palomo que se ligue a la paloma gana. En este menester es preciso tener “a pan y agua” a su contendiente para luego competir con otros tantos en similar estado y soltarlos a todos juntos frente (o contra) la solitaria hembra. A partir de aquí que cada uno saque sus conclusiones, yo me quedo con, más allá de un retrato objetivo, un paralelismo obvio en pro de la superación del machismo...


Sigue la jornada con otro retrato, en este caso de animación semiexperimental con “DVA NA DVA” de Jelena Oroz. Dinámico y efectista, el cortometraje pretende hablar del amor con un estilo propio e interesante.





Experimental y con un arduo trabajo de edición es “LA MESA”  del realizador Adrian Garcia Gomez, el cual ha amasado y reconstruido escenas de viejos films mexicanos para hacerlos propios al tiempo de aflorar en el espectador una añoranza agridulce que nos plantea un autoanálisis. Un excelente cortometraje dotado de una fuerza inusitada por su mero planteamiento.

Otro cantar es “THIS MY FAVORITE MURAL” de Michael Arcos el cual pretende dar una trascendencia a una pintura sólo basada en la que él mismo le quiere dar. ¿Dadaismo al poder o un simple auto retrato de vacuidad? El mero hecho del planteamiento altamente inútil hace que la balanza se decante por el segundo supuesto.

La hípica hace un doblete en la selección con “LAS FUERZAS”, cortometraje documental de Paola Buontempo que muestra la creación de un jockey, justo en el momento de su graduación en la escuela como tal. La puesta de largo de un alumno para un empleo familiar y/o vocacional para unos y generador de grandes expectativas para todos. El principal protagonista, el caballo, es sólo un instrumento de, en este caso, su jinete y ambos víctimas de una carrera de intereses.     


Y nos adentramos en “A BRIEF SPARK BOOKENDED BY DARKNESS” de Brent Green, dejándonos llevar por este viaje y sus imágenes embriagadoras.  





Imágenes que dan paso al último de los cortometrajes de esta sesión y selección, “MON AMOUR, MON AMI”, una excelente obra de Adriano Valerio que explora los sentimientos enfrentados de sus protagonistas la cual recibió una mención especial del jurado en el palmarés. Él un inmigrante ilegal enamorado que necesita casarse, ella una amiga que lo estima y desea ayudarle, ahora bien, sin confusiones. Hay veces que las vidas confluyen de una forma que bien podría considerarse destino, pero esto nada tiene que ver con el amor romántico, más propio de la ficción peliculera, aquí hay amor verdadero y éste es profundo, aunque no siempre es ideal.   


Cerramos esta crónica con la certeza de que la selección de este año se ha nutrido de grandes obras en las que el documental ha sido el gran protagonista. La ficción pierde terreno y no es de extrañar en un momento social y cultural en el que lo último que se desea es mostrar, aunque en pequeño formato, más que recrear.



Por Silvia García Palacios