“EL FANTASMA DE LA ÓPERA” CONTAGIA EL CRYPTSHOW
El pasado viernes 1 de julio, con la puntualidad festivalera que le caracteriza, el polifacético Toni Benages inauguró el Cryptshow del Amor con una premonitoria y amenazadora advertencia: “¿Sabéis para qué estamos aquí? ¿No? Pues estamos aquí para contagiarnos”. Y así fue, por lo menos el público se contagió de la ambición, la furia y la belleza del espectáculo al que asistió.
En la pantalla, se programó El fantasma de la ópera, dirigida por Rupert Julian en 1925. Para la ocasión se contó con una copia de lujo con todos los “res” posibles: recuperada, remasterizada, reconstruida. Una película pionera en lo que hoy llamamos hipertexto, en la que una ambiciosa cantante de ópera, Christina Daaé, se ve seducida por una voz que le promete todos los éxitos mientras interpreta a Margarita, la joven protagonista de la ópera Fausto compuesta por Charles Gounod, y que a su vez se ve atraída por el diablo de la ambición y la codicia. Todo ello, ante un público que dentro y fuera de la pantalla se ve seducido por la belleza de las imágenes, espacios monumentales y escenas bellamente coloreadas.
Si nos fijamos en lo que ocurría fuera de la pantalla, el encantamiento se mantuvo con el alto voltaje de la actuación de los músicos Agustí Busom y Pablo Volt. Los dos artistas ilustraron sonoramente la proyección con una música que pasaba de la atonalidad brutal y avasalladora unas veces, íntima y delicada otras, a la tonalidad misteriosa y cálida que culminó con la sincera interpretación del tema Lilac Wine, del desaparecido Tim Buckley.
En su conjunto, el espectáculo resultó apabullante y hermoso a pesar de lo cual no podemos asegurar que resultase redondo como los ofrecidos en ediciones anteriores del Festival. En mi opinión, la pared sonora predominó sobre lo que ocurría en la pantalla y no se cumplió el principio de que el espectador no debe ser consciente de la banda sonora. Cabe decir que quizás esa era la intención, pero quizás el hecho de que la belleza de la película esté por encima de su calidad narrativa llevó al público a concentrarse más en la experiencia sonora que en la cinematográfica, impidiéndole que el goce fuese completo.
En todo caso, los que allí estábamos, salimos más que satisfechos de la bombonera que es el teatro de El Círcol porque sabíamos que habíamos sido testigos de un gran espectáculo, marca de la casa Cryptshow. No sé qué debería pasar para que en próximas ediciones no se repita el embrujo de la seducción y el contagio de las que fuimos víctimas ese día. ¡Larga vida al cine! ¡Larga vida a la música! ¡Larga vida al Cryptshow! Que siga el espectáculo, por favor.
No dejéis de visitar la web del festival para consultar el resto de su programación: http://cryptshow.blogspot.com/
Y seguidamente como manda la costumbre os dejamos con el Palmarés:
XVI Premi Serra Circular
Spröctch (Squish) de Xavier Serón.
Premi del públic:
O, de Dominik Balkow
Premi del públic juvenil
Night Breakers, de Gabriel Campoy Benito i Guillem Lafoz
Millor Animació
Tio, de Juan Medina
Millor director
Alan Chung per 永別 (Part Forever)
Millor interpretació
Sorcha Groundsell per Upstairs
Millor banda sonora
Loop, Pablo Polledri
Millors Efectes Especials
Midnight Scream, de Sean Menendez
Millors Efectes Visuals
Night Breakers, de Gabriel Campoy i Guillem Lafoz