Como prometimos, después de nuestro paso por la ceremonia de apertura, os dejamos con el repaso de los films que hemos podido ver durante los apasionantes días que pudimos asistir, seguido de los premios que nos ha dejado esta edición número 35 del Tokyo International Film Festival.
Día 1
Tras una intensa semana de trabajo, llegamos por fin a nuestra deseada recompensa para disfrutar, aunque brevemente, de lo que nos ofrece la selección de este año. Y qué mejor manera de empezar nuestro paso por las salas P&I que con una obra local protagonizada por nuestro querido héroe enmascarado -HK: Forbidden Super Hero 「HK:変態仮面」-, Ryôhei Suzuki (鈴木亮平), quien después de su extravagante papel en 2013 y su posterior trayectoria más bien dentro de la comedia, nos conquista con un papel más fiel a la realidad y el ser humano con -Egoist 「エゴイスト」-, por Daishi Matsunaga (松永大司), de quién ya en 2015 nos mostraría su estilo con -Pieta in the Toilet 「トイレのピエタ」-.
El film trata sobre lo egoísta que puede ser una relación en sí misma, independientemente del género de ambas personas y/o del tipo de relación, pareja, amigos, etc… Realizando actos que la mayoría podría considerar de lo más inmoral tan solo para poder satisfacer lo que la propia palabra dice, su “ego”. Destacar la actuación de ambos protagonistas, que, con una veracidad inusitada, llevan sus papeles a un nivel tan elevado que consiguen desarrollar a la perfección sus personajes.
Seguimos con nuestro programa, después de un descanso rápido para el almuerzo, para saltar el charco con una producción entre Kyrgyzstan, Holanda, Francia y Japón, de la mano de Aktan Alim Kubat, quien como en sus anteriores trabajos “The Light Thief, 2010” y “Centaur, 2017”, coge las riendas del personaje principal de la historia. Se trata de -This is What I Remember-, en la cual lo importante no es la trama en sí, sino más bien lo que se esconde detrás del guión que el mismo director escribe.
La vida de los personajes no es más que una guía que nos lleva a los mensajes que nos quiere transmitir el autor, más visualmente que con diálogos, sobre temas que él mismo vive o ve día a día. Las consecuencias inevitables del cambio climático, o la sociedad marcada por unas creencias que discriminan a las mujeres y crea odio entre las familias de distinta clase social, son algunos de ellos.
Casi sin descanso nos ponemos en marcha de nuevo con el tercer film en nuestro primer día. Se trata de -Convenience Store-, obra escrita y dirigida por Michael Borodin en la que es su primer largometraje, que sitúa la trama dentro de un Convenience Store clandestino en los alrededores de Moscú donde las protagonistas harán todo lo posible por salir de la espiral de tráfico de personas.
La trama de verdad no tiene ninguna complicación, ni tampoco es algo que no hayamos visto con anterioridad, por lo que entendemos que el film no esté en la sección a competición del festival. Por otra parte, las actuaciones dejan mucho que desear, llegando a haber momentos en los que los actores hablan de memoria, sin poner emoción, para un guión del que creemos no sacan todo su potencial.
Y llegamos al final del día con un film de origen tunezino, en este caso en clave de suspense, de la mano de Youssef Chebi en lo que es también su estreno en dirección de largometraje de ficción, con -Ashkal- y su profundización sobre las creencias de su pueblo a través de nuestra protagonista Fatma.
Más que la trama en sí, policía corrupta, muertes, casos sin cerrar, etc… El director enfatiza sobre el mensaje de fe intrínseco dentro de ella. Lo que empezó como una caza al asesino se ha convertido en un movimiento de fe, el fuego puede ser destructivo, pero a la vez también puede ser la salvación de aquellas almas perdidas purificando aquellos pecados que hayas cometido en vida.
Sinceramente, yo no sé a vosotros que se os pasaría por la cabeza al ver tantas combustiones humanas, pero a un servidor le entraron ganas de cenar Yakitori, por lo que abandonamos la sala fílmica para llenar otra sala interior llamada estómago.
Día 2
Volvemos a madrugar para aprovechar nuestro día libre sentados en la butaca de nuestra segunda casa estos días. Y lo hacemos con otra de las películas en la sección competición del festival, -Glorious Ashes-, de origen vietnamita y dirigida por Bui Thac Chuyen (Adrift, 2009).
En ella nos cuentan las adversidades a las que se enfrentan 3 mujeres para seguir adelante con sus matrimonios, en una sociedad tan misógina como la del sudeste asiático. No nos meteremos en detalles con la trama, solo diremos que, tal y como Julien Taymor nos dijo, pudimos disfrutar de exóticos parajes y detalles de una cultura que, a la postre, aún tiene mucho más que mostrarnos fuera de los 110 minutos que duró la misma.
Y Tras el madrugón, toca cargar pilas de nuevo con un buen almuerzo para lo que nos espera en la sobremesa, un viaje a Kazajstán para ver que nos quieren contar sobre la vida con -Life-, de Emir Baigazin (Harmony Lessons, 2013), y sus casi 3 horas de metraje.
Básicamente, lo que el director quiere contarnos es que la vida es como una cuesta, tiene sus subidas y sus bajadas, y tenemos que enfrentarnos a todo tipo de adversidades, así como también reconfortarnos con esos buenos momentos que también nos son otorgados. A un servidor sinceramente le sobran minutos de metraje, por lo menos 60, que son lo que bien agusto se durmió en la sala…
… Y tras un descanso merecido tanto ocular como mental, nos dirigimos a la “talk Session” organizada, tras el pase de Sword art Online The Movie: Ordinal Scale, con el director de la misma cinta Ito Tomihiko, quien también dirigiera las dos primeras temporadas de la serie anime con el mismo nombre.
Durante la charla, donde nosotros no tuvimos ni voz ni voto, se habló tanto de la serie como del film en cuestión, así como de los trabajos posteriores a la saga. Quedó claro que vamos atrasados en cuanto a tecnología, teniendo en cuenta que el hilo temporal de la serie va de 2022 en adelante, y hay muchos avances que están a medio camino.
Tomihiko también comentó algo de lo que ya nos dimos cuenta los fans de la serie en el estreno del film en cuestión, en el cuál ralentiza a propósito el crecimiento de los dos personajes principales (Asuna y Kirito) para que los demás héroes desarrollen sus capacidades. Destacó incluso, que la escena más difícil de Ordinal Scale fue la batalla final, y estamos encantados de que no se rindiera, porque desde luego esa batalla deja boquiabierto a más de uno.
Por último, y haciendo un repaso a lo que viene siendo la serie actualmente, el mismo director nos cuenta que sigue aprendiendo de todas sus experiencias, esperando poder seguir el camino que ya emprendió con su primer proyecto independiente -Hello World- estrenada en 2019.
Os dejamos el hilo con la charla:
https://www.youtube.com/watch?v=sNtSAiZL_VA
Habiendo terminado la charla, nos dirigimos al último pase del día, esta vez compartido con público, con la película que nos trae Wai Ka-Fai (Mad Detective, 2007), ausente de la dirección durante 16 años, -Detective Vs. Sleuth- ,dentro de Gala Selection, es el típico thriller policial venido desde Hong Kong, precisamente lo que más necesita un servidor para acabar el día: ver y disfrutar de acción sin complicaciones de trama.
Acción sin tapujos a la hongkonesa, sin más ni menos, para el deleite de los aficionados de este género que no sorprende, pero que tampoco decepciona. A diferencia del film anterior, donde el sueño nos atrapaba, nos encontramos con una historia que no deja lugar a pestañeo gracias a un montaje ágil con escenas de persecución trepidantes.
Día 3
Llegados a la recta final, tras pasar las últimas horas de ayer de manera frenética, nos disponemos a dar cierre al festival con dos grandes obras, la primera: As bestas.
Inquietante y pertinente, la obra de Sorogoyen se caracteriza por su magistral uso del guión ya sea en concepción (con la mano derecha de Isabel Peña al volante) como en ejecución, un tándem que en su último film brilla y deslumbra. Partiendo de una historia real acaecida también en un pueblo español y protagonizada por autóctonos y migrados de otro país, este crudo relato de odio e incomprensión, en el que las frías y titánicas corporaciones provocan confrontaciones entre vecinos, ha sabido transmitir la impotencia y la frustración, la dignidad y el amor de forma soberbia.
Con planos contenidos, una fotografía intimista y una interpretación más que magistral, se vertebra este film, incomodando al espectador y arrastrándolo hasta una resolución que, si no supiéramos que fue real, la posicionariamos en la ficción más fantástica. A destacar en este sentido y sin querer ir a spoilers, la lucha ecuestre y la conversación madre a madre. Un lujo absoluto para los sentidos.
El film de Sorogoyen y Peña no puede y me permito decir, no debe pasar desapercibido, prueba de ello, mirad el Palmarés de este año.
La segunda cinta, la obra que baja el telón oficial de esta 35 Edición del TIFF es -Living-, una oda a la vida dirigida por Oliver Hermanus (Shirley Adams, 2009) y protagonizada por Bill Nighy, nuestro querido rockanrolero en Love Actually allá en 2003.
El título del film ya lo dice todo, ni mucho más ni mucho menos, solamente eso, VIVIR. Nuestro protagonista, el Sr. Williams, es diagnosticado con cáncer terminal dándole tan solo 3 meses más de vida. Es ahí cuando, aunque más vale tarde que nunca, empieza a cuestionarse su ritmo de vida y la forma en la que trata a los que le rodean.
Con esta premisa, lo que el director nos está tratando de transmitir son dos cosas a mi parecer, primero, no esperes a que sea demasiado tarde para vivir con pasión tu vida, y segundo, trata a los demás como quisieras ser tratado tú mismo. Dos grandes mensajes con los que cerramos la presente cobertura, creyendo por fin, haber encontrado en el cine una pizca de lo que nos prometía Julie Taymor en todas sus apariciones dentro del festival.
Y con el cierre llega el listado de premios que os dejamos a continuación, siendo -The Beast-, de Rodrigo Sorogoyen, la gran triunfadora del festival con tres premios:
Como siempre, gracias por leernos, os dejamos de momento pero volveremos el año que viene con más.