Cobertura TIFF 2024



Tokio, la ciudad que vibra con la energía de la innovación y la tradición, se transformó una vez más en el epicentro del cine internacional durante el 37º Festival Internacional de Cine de Tokio (TIFF). Del 28 de octubre al 6 de noviembre, la ciudad se vistió de gala para recibir a cineastas, actores y amantes del séptimo arte de todo el mundo.


Este año, el TIFF nos trajo una selección diversa y emocionante de más de 100 películas, provenientes de 50 países, además de inaugurar una nueva sección denominada -Women Empowerment- en la cual se proyectaron películas dirigidas por mujeres de diferentes países y culturas, poniendo un fuerte énfasis en la representación femenina y las historias de mujeres, que marca un antes y un después de una cultura que históricamente se tachaba de machista.



Día 1


Nosotros, como cada año, acudimos a la cita con ganas de empaparnos del séptimo arte y de ver ver que nos trae el cine asiático e internacional este 2024. Y para eso comenzamos nuestra andadura con dos películas sobre la fragilidad de la mente humana: "The Unseen Sister" de Midi Z y "Teki Cometh" de Daihachi Yoshida.







Primero fue el turno de "The Unseen Sister", donde el director birmano Midi Z, conocido por su maestría en el drama psicológico (The Road to Mandalay, 2016), nos sumerge en una atmósfera opresiva y llena de suspense. El director construye la tensión con maestría, utilizando planos largos, colores fríos y un diseño sonoro inquietante para generar una sensación de inquietud constante. También pudimos ver a Zhao Liying, conocida por sus papeles en dramas históricos como "The Journey of Flower" (2015) y "Princess Agents" (2017), en un registro tan diferente, transmitiendo con sutileza el tormento interno de  su personaje.

Al salir de la sala nos dirigimos a la siguiente proyección: "Teki Cometh" de Daihachi Yoshida, trabajo que aborda el tema de la vejez y la demencia con una crudeza conmovedora. Shinsuke Kato, a quien recordamos por su papel en "Departures" (2008), está impresionante en el papel de un anciano profesor  que se enfrenta a la pérdida de su identidad. Yoshida no dulcifica la realidad, mostrando con valentía el  deterioro físico y mental del protagonista. La película es una experiencia dura pero necesaria, que nos  invita a reflexionar sobre nuestra propia mortalidad y la importancia de valorar cada momento.





Día 2

El segundo día del Festival fue una auténtica montaña rusa. La diversidad de la programación nos permitió explorar diferentes géneros y estilos, desde la crudeza de un drama militar hasta la magia de la animación, pasando por la intriga de un thriller rumano y la nostalgia de un clásico de Spielberg.

El primer film, "Cadet", no es solo un drama sobre la brutalidad en una academia militar; es una película de terror que se infiltra en tu mente y te deja con una profunda sensación de desasosiego. El director, Adilkhan Yerzhanov (The Gentle Indifference of the World, 2018), construye una atmósfera opresiva donde el miedo y la violencia se vuelven omnipresentes.





El terror se manifiesta en diferentes niveles: físico, con escenas crudas que muestran el abuso a los cadetes; psicológico, con la manipulación y deshumanización que sufren; y existencial, con la pérdida de la individualidad en un sistema que busca convertirlos en máquinas de obedecer. Yerzhanov nos confronta con el horror real de la violencia y la opresión, creando una experiencia cinematográfica perturbadora.

Tras un almuerzo rápido, volvemos a la misma sala para visionar “Traffic”, que nos trae Teodora Ana Mihai (Waiting for August, 2014), un thriller social que explora las desigualdades económicas entre Europa del Este y del Oeste. Anamaria Vartolomei (El acontecimiento, 2021, interpreta a Natalia, una joven rumana que, ante la falta de oportunidades en su país, se ve envuelta en un plan para robar un museo de arte en Rotterdam.





Inspirada en un caso real ocurrido en 2012, la película nos muestra la desesperación y la frustración de quienes se sienten marginados por el sistema, y cómo la pobreza puede llevar a las personas a tomar decisiones drásticas. Mihai construye una narrativa tensa y un ambiente claustrofóbico, manteniendo al espectador en vilo hasta el final.

Después de una mañana cargada de realidad hacemos una parada en nuestro recuerdo para, de la mano de Robin Williams y Steven Spielberg, adentrarnos en un mundo de fantasía con la inolvidable “Hook” (1991), en lo que, gracias al festival, fue como abrir un cofre del tesoro repleto de recuerdos de la infancia. Más que una simple proyección, fue una experiencia que nos transportó de vuelta a esos días de verano interminables, donde la imaginación no tenía límites y cualquier cosa era posible.

Siguiendo nuestro viaje por lo fantástico, nos colocamos de nuevo el gorro de prensa del festival para dejarnos llevar por la animación japonesa con la proyección anticipada de "Make a Girl", el primer largometraje del aclamado artista de anime Yasuda Gensho. Con más de seis millones de seguidores en redes sociales, Gensho debuta en la gran pantalla con una historia de amor futurista que explora los límites entre la inteligencia artificial y las emociones humanas.





Conocido por su dominio de la animación 3DCG y su estilo visual único, el autor nos presenta una historia de amor futurista que explora los límites entre la inteligencia artificial y las emociones humanas. "Make a Girl" es una obra que deslumbra por su ambición técnica. La película combina la estética del anime con las posibilidades de la animación 3DCG, creando un mundo visualmente impactante y lleno de detalles. El film también destaca por su uso innovador de la iluminación y el color; la paleta de colores, dominada por tonos fríos y metálicos, crea una atmósfera futurista y distópica. La iluminación, por su parte, se utiliza para crear contrastes dramáticos y resaltar las emociones de los personajes.


Por último, "Ainu Puri", la película que cerró mi segundo día, nos dejó con una sensación de profunda admiración y respeto por la cultura Ainu. El director Takeshi Fukunaga, conocido por su trabajo en "Ainu Mosir" (2020), nos ofrece un retrato íntimo y conmovedor de la vida de esta comunidad indígena en la isla de Hokkaido, Japón.







La película se centra en la vida de Shigeki, un joven Ainu que se debate entre la tradición y la modernidad. A través de su mirada, descubrimos las costumbres, los rituales y las creencias de este pueblo milenario, que lucha por preservar su identidad en un mundo que a menudo los margina. A su misma vez, Fukunaga evita caer en la exotización o el folklorismo. Su enfoque es respetuoso y observacional, permitiéndonos sumergirnos en la cotidianidad de los Ainu y comprender sus desafíos y sus anhelos. La película nos muestra la belleza de su cultura, con sus cantos tradicionales, sus bailes y su conexión profunda con la naturaleza. Pero también nos habla de las dificultades que enfrentan para mantener vivas sus tradiciones en un mundo globalizado que a menudo los ignora o los discrimina.



Día 3


El tercer día del Festival nos sumergió en un viaje fascinante a través del tiempo y la memoria. Las películas que hemos podido ver hoy exploran las huellas que el pasado deja en el presente, ya sea a través de los recuerdos de la infancia, los traumas no resueltos o la nostalgia por un tiempo que ya no existe. Y también, a través de la mirada hacia un futuro incierto, donde la supervivencia depende de la capacidad de adaptación y la convivencia entre especies.


Como entrante tuvimos el placer de visionar una película que resuena con la historia bíblica del Arca de Noé, pero con un giro único y una estética visualmente impactante. "The Flow", del animador letón Gints Zilbalodis (Away, 2019), nos embarca en un mundo devastado por una gran inundación, un gato solitario se convierte en el protagonista de una aventura épica por la supervivencia.




 




La película destaca por su uso de la animación 2D, con un estilo que recuerda a las acuarelas y los grabados japoneses. Los trazos suaves y las paletas de colores delicadas contrastan con la dureza del entorno post-apocalíptico, creando una atmósfera de fragilidad y belleza melancólica. La música, con sus melodías evocadoras y sus sonidos ambientales, también juega un papel fundamental en la creación de la atmósfera de la película.

"The Flow" es una oda a la resiliencia, la adaptación y la convivencia en un mundo que se enfrenta a la destrucción. Una película que nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y con las demás especies, y que nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, la esperanza puede florecer.

Para nuestro primer plato nos esperaba una experiencia escalofriante con "Missing Child Videotape", del director Kondo Ryota. Esta película de terror, producida por el maestro del J-horror Shimizu Takashi (Ju-on: The Grudge, 2002), nos sumerge en el misterio de la desaparición de un niño a través de una  cinta de vídeo enviada por su madre. Keita, el protagonista, decide enfrentar el pasado y emprender un  viaje a las ruinas de una montaña que no debería existir, donde se enfrentará a los terrores que se  esconden en la cinta VHS.





Kondo Ryota, ganador del Gran Premio en el Japan Horror Film Competition, debuta en el  largometraje con esta película que promete convertirse en un nuevo clásico del J-horror. Con la experiencia de Shimizu Takashi como productor, "Missing  Child  Videotape" explora los elementos clásicos del género, como las maldiciones, los espíritus vengativos y la tecnología analógica como vehículo del terror. La película juega con la nostalgia por la estética de los años 80 y la inquietud que generan las imágenes del pasado, creando una experiencia cinematográfica efectiva y perturbadoramente familiar.

Por último, el segundo plato más postre con el que nos deleitamos con nuestra actriz favorita, y musa, Inoue Mao (Hana Yori Dango, 2005) en “Sunset, Sunrise”. Dirigida por Kishi Yoshiyuki, quien ya participara en 2023 con “(Ab)normal Desire”, la película nos traslada a un pequeño pueblo costero en la prefectura de Miyagi, que fue gravemente afectado por el terremoto y el tsunami de 2011.






En este escenario, un joven empleado de una empresa de Tokio decide mudarse al pueblo para aprovechar las ventajas del teletrabajo durante la pandemia. Allí conoce a una mujer fuerte e independiente (Inoue Mao) que se convierte en su casera y en su guía en este nuevo entorno.

Inoue Mao irradia una calidez y una fuerza interior que conmueven desde el primer momento. Su personaje, marcado por las experiencias del pasado, representa la resiliencia y la esperanza de una comunidad que ha sabido sobreponerse a la adversidad. A través de su mirada, descubrimos la belleza de la vida rural, la importancia de las conexiones humanas y el poder curativo de la naturaleza. La actriz domina la pantalla con una actuación natural y conmovedora, llena de pequeños gestos y miradas que hablan más que las palabras. Su presencia es el corazón de "Sunset, Sunrise", una película que nos recuerda la importancia de encontrar la luz en medio de la oscuridad y de apreciar la belleza de los pequeños momentos.




Día 4


El cuarto día del festival fue un torbellino de emociones, un viaje a través de las complejidades de las relaciones humanas, los fantasmas del pasado y la búsqueda de la identidad. Las películas nos han transportado a mundos diversos, ya sea desde la intimidad de un hogar familiar hasta las calles lluviosas de una ciudad taiwanesa, pasando por los paisajes áridos de la Angola colonial.


Comenzando con “Daughter 's Daughter", de la directora china Huang Xi (The Love Songs of Tiedan, 2014), una película que te abraza con su sensibilidad y te susurra al oído una historia de heridas,  secretos y reconciliación. Huang Xi, con su estilo intimista y su capacidad para capturar la complejidad de las relaciones humanas, nos introduce en un universo familiar donde las emociones se esconden bajo la superficie, como corrientes subterráneas que amenazan con desbordarse.







La trama nos habla de madres e hijas, de las huellas que el pasado deja en el presente y de la dificultad de comunicarse cuando las palabras parecen no alcanzar. Las actuaciones, llenas de matices y  sutileza,  nos permiten conectar con los personajes y compartir sus conflictos internos. "Daughter 's Daughter" es  una película que te toca el corazón y te deja reflexionando sobre la importancia del perdón y la  reconciliación en las relaciones familiares.


Siguiendo por nuestra particular programación elegida para el día de hoy, nos trasladamos a un pequeño pueblo de la Eslovaquia rural con Katarina Gramatova y su “Promise, I’ll be fine”. La película, que marca su debut en la gran pantalla, es un retrato sensible y conmovedor de la adolescencia, con sus incertidumbres, sus descubrimientos y sus primeras decepciones. 







La directora construye una atmósfera de intriga y suspense a medida que Eňo, nuestro protagonista, va descubriendo secretos sobre su madre que lo obligan a cuestionar su propia identidad y su lugar en el mundo. La película explora con delicadeza los conflictos generacionales, la búsqueda de la verdad y el despertar a la madurez en un entorno rural marcado por la tradición y el silencio. "Promise, I'll be fine" es un debut prometedor que confirma el talento de Gramatova para capturar las emociones y los conflictos de la adolescencia.


Antes de finalizar el día con un trabajo local, nos pasamos por tierras africanas de la mano de Sergio Graciano (A Espada e a Rosa, 2010) y su nuevo film “The Englishman’s Papers”, que basado en la obra del poeta y novelista angoleño Ruy Duarte de Carvalho ("Chão da Palavra", 1999), es un drama histórico que nos transporta a la Angola colonial del siglo XIX. La trama sigue la búsqueda de un documento que podría ser la clave para resolver un incidente ocurrido en 1923. A través de esta búsqueda, Graciano nos sumerge en un relato épico que explora la historia de  Angola y las complejas relaciones entre colonizadores y colonizados.







Graciano, con una puesta en escena elegante y una fotografía evocadora, nos transporta a un mundo de aventuras, intrigas y reflexiones sobre la historia y la identidad. La película, producida por Paulo Blanco,  conocido por su trabajo con el cineasta portugués Manoel de Oliveira, es un homenaje a la obra de Ruy  Duarte de Carvalho, una de las voces más importantes de la literatura angoleña.


Y ya sí, para el último trabajo del día, escogimos "Lust in the Rain", del director japonés Katayama Shinzo (Missing, 2022), película que desafía las convenciones y nos sumerge en un torbellino de emociones. Basada en la obra surrealista de Tsuge Yoshiharu, el director nos presenta una historia de amor poco convencional entre dos hombres y una mujer, llena de intensidad, humor y giros inesperados.







Katayama, conocido por su habilidad para crear atmósferas inquietantes y explorar las zonas oscuras de  la psique humana, demuestra  su  versatilidad  como  director  y  su  capacidad  para innovar  dentro  del  cine  japonés y nos sorprende con esta película que mezcla el romance, el thriller, el horror, la  comedia y el drama. "Lust in the Rain" es una experiencia cinematográfica única, un viaje a través de las  emociones humanas en un entorno visualmente impactante. Las calles retro de la ciudad de Chiayi, en  Taiwán, se convierten en el escenario perfecto para esta historia de amor y desencuentro, evocando la  atmósfera del antiguo Japón.


Cuatro películas que me han recordado la infinita capacidad del cine para emocionar, sorprender y  hacernos reflexionar. 



Día 5


El quinto día en el TIFF nos llevó a explorar los límites de la existencia humana, la fragilidad del cuerpo y la persistencia de la memoria. Enfrentándonos con la muerte, el dolor, la búsqueda de la identidad y la lucha por la supervivencia en un mundo que a menudo se nos presenta hostil e incomprensible.


"Bury your dead", del director brasileño Marco Dutra (Hard Labor, 2011), es una película que desafía las convenciones y nos sumerge en un universo onírico y perturbador. Basada en la novela con el mismo título de Ana Paula Maia, nos presenta a Edgar, un recolector de animales muertos en la zona rural de Brasil,  atormentado por pesadillas violentas y extrañas. Pero Edgar, interpretado por Selton Mello (Lisbela and the Prisoner, 2003), no es solo un hombre que recoge cadáveres en la carretera; es un ser escindido,  un hombre dividido entre la realidad tangible y un mundo de sueños y alucinaciones que amenaza con devorarlo.







Mello, con su mirada intensa y su gestualidad precisa, construye un personaje complejo y contradictorio,  un hombre atrapado entre la realidad y la fantasía, la vida y la muerte. Su interpretación es un ejercicio de  sutileza y profundidad, capaz de transmitir el dolor, la soledad y la desesperación de Edgar con una  intensidad conmovedora. A través de sus ojos, nos adentramos en el mundo interior del personaje, un hombre que busca escapar de su realidad a través de los sueños y las alucinaciones haciéndonos  cómplices  de  sus miedos, sus frustraciones y sus anhelos, el cual consigue crear una conexión emocional  que nos mantiene en vilo durante toda la película.


"Bury your dead" es una película que se queda grabada en la memoria, en gran parte gracias a la  interpretación magistral de Selton Mello. Un actor que consigue dar vida a un personaje poliédrico y  atormentado, convirtiéndolo en el eje central de una historia que explora los límites de la realidad y la  fragilidad de la mente humana.



Continuamos con "Memories of a Burning Body", de la directora costarricense Antonella Sudasassi Furniss (The Awakening of the Ants, 2019), es una película que nos invita a escuchar las voces silenciadas de una generación de mujeres. Ana, Patricia y Mayela, ahora en sus sesenta y setenta años,  crecieron en una época donde hablar de intimidad era un tabú. Sus vidas fueron moldeadas por las reglas no escritas de su tiempo, por los silencios y las imposiciones de una sociedad que las relegaba al ámbito doméstico y les negaba su derecho al placer y al deseo.







"Memories of a Burning Body" no es solo una película sobre la represión y el silencio. Es también una  celebración de la vida, la resistencia y la libertad. A través de una narrativa poética y fragmentada, la  trama nos revela las memorias, los secretos y los anhelos de estas tres mujeres, que se atreven a  romper el silencio y a reclamar su derecho a vivir plenamente. 


La directora, con una sensibilidad exquisita, nos invita a reflexionar sobre el papel de la mujer en la  sociedad, los mandatos de género y la importancia de la libertad sexual. Resumiendo, Un film necesario que nos recuerda que nunca es tarde para reivindicar nuestra propia voz y para vivir en plenitud, sin  miedos ni vergüenzas.


Y de mensaje social a mensaje social con "The Room Next Door", del aclamado director español Pedro Almodóvar (Mujeres al borde de un ataque de nervios, 1988), un drama psicológico que trasciende la simple narrativa para adentrarse en un debate ético de profunda resonancia: el derecho a la eutanasia.  Protagonizada por dos de las actrices más talentosas de nuestra época, Julianne Moore (The Hours, 2002) y Tilda Swinton (Only Lovers Left Alive, 2013), la película nos confronta con la difícil decisión de una mujer que, ante una enfermedad terminal, decide poner fin a su vida.







Almodóvar, con su sensibilidad y su maestría para explorar las emociones humanas, nos sumerge en un  conflicto moral que desafía nuestras propias convicciones. La película no busca ofrecer respuestas  fáciles, sino que plantea preguntas incómodas sobre la vida, la muerte y la libertad individual. ¿Quién  tiene derecho a decidir sobre el final de una vida? ¿Hasta qué punto podemos interferir en el destino de  otra persona, incluso con la mejor de las intenciones?


Al igual que "Mar Adentro" (2004), de Alejandro Amenábar, "The Room Next Door" defiende el derecho individual a una muerte digna, libre de sufrimiento y en concordancia con los propios deseos. Ambas  películas nos muestran la lucha de individuos que reclaman su derecho a decidir sobre su propio cuerpo  y su propio destino, enfrentándose a los prejuicios y las normas sociales.


Para acabar el día nos vamos de viaje por tierras indonesias con Mike William (Buffalo Boys, 2018) y su film “Orang Ikan”, con el que nos transporta a las profundidades de la selva de Borneo, donde la leyenda de una criatura mitad hombre mitad pez, cobra vida en una experiencia cinematográfica que recuerda a  clásicos del cine de ciencia ficción y terror como "Alien" (1979), de Ridley Scott, y "Predator" (1987), de John McTiernan, y, que al igual que éstas, nos presenta a un grupo de personajes atrapados en un  entorno claustrofóbico y amenazados por una criatura letal que acecha en las sombras.







Producida por el reconocido cineasta de Singapur Eric Khoo (Mee Pok Man, 1995), la película promete  una fascinante mezcla de talento y visiones creativas del sudeste asiático. Protagonizada por Dean Fujioka (Pure Japanese, 2022) y Callum Woodhouse (The Durrells, 2016-2019), "Orang Ikan" nos sumerge en un mundo de misterio y peligro, donde la supervivencia depende de la capacidad de  adaptarse a un entorno hostil y de enfrentarse a criaturas legendarias. Fujioka y Woodhouse interpretan a dos soldados, uno japonés y otro británico, que se ven obligados a unir fuerzas para sobrevivir en la  selva tras el naufragio de su barco durante la Segunda Guerra Mundial.


Al acabar el film nos quedamos a la rueda de prensa con el director y pudimos escuchar detalles como la inspiración de clásicos del cine referenciados, así como la elección, en lugar de recurrir a la magia digital, Wiluan optó por una aproximación más artesanal y visceral con un actor (Alan Maxon) enfundado en “traje” para dar vida al ser mitológico.




Día 6 


Empezamos nuestro último día de esta 37 edición con "She Taught Me Serendipity", de la directora japonesa Ohku Akiko que nos cautivó en 2017 con "Tremble All You Want". Una adaptación de la novela debut del popular cómico Fukutoku Shusuke (Jaru Jaru) con un reparto de jóvenes estrellas en ascenso del panorama japonés.  


Ohku Akiko, como hizo ya en 2017, nos sumerge en un drama romántico que explora las complejidades del amor y la amistad en la juventud contemporánea, regalándonos una película llena de momentos  mágicos y cotidianos. La historia, que sigue las vidas de un grupo de jóvenes que se enfrentan a los  desafíos del amor, la amistad y la búsqueda de la identidad, está contada con un ritmo pausado, a diferencia lo que pudimos ver en la pasada edición, y una  atmósfera nostálgica que te envuelve desde el primer minuto. Esta misma destaca por su belleza visual y su atención al detalle,  capturando la esencia de la juventud con imágenes poéticas y una banda sonora evocadora.  







"She Taught Me Serendipity" es una película que te conmueve y te hace reflexionar sobre la importancia  de las pequeñas cosas y la belleza de los momentos cotidianos. Sin embargo,  no le llega ni a la suela de los zapatos a su antecesora "Tremble All You Want", que en mi opinión, sigue siendo la obra maestra de Ohku Akiko por la originalidad de su propuesta, la mezcla de comedia y drama, y la  profundidad  de  sus  personajes que la  convierten  en  una  película  inolvidable. 


Para nuestro último film nos decantamos por "Big World", de la talentosa directora china Yang Lina ("Longing for the Rain", 2013), una película que nos conmueve y nos inspira con la historia de Chunhu, un joven con parálisis cerebral que se enfrenta a los desafíos de la vida con una determinación admirable.  Protagonizada por el carismático Jackson Yee ("Better Days", 2019),  Diana Lin ("The Farewell", 2019) y Jiang Qinqin ("Dwelling by the West Lake", 2007), la película nos sumerge en un verano crucial en la vida de Chunhu, mientras se prepara para un examen de ingreso a la universidad y ayuda a su abuela con una obra de teatro.







Yang Lina nos regala una historia llena de emoción y esperanza con esta película que explora temas  como la discapacidad, la familia, la superación personal y la importancia de la inclusión social. Jackson  Yee ofrece una actuación conmovedora como Chunhu, transmitiendo la fuerza interior y la vulnerabilidad  de un joven que se niega a ser definido por su condición.


La música de Kobayashi Takeshi (All About Lily Chou-Chou, 2001), conocido por sus bandas sonoras emotivas y evocativas, añade una  capa adicional de profundidad a la película, creando una atmósfera de intimidad y reflexión. "Big  World" es un canto a la resiliencia y la superación personal, una película que nos recuerda que todos tenemos la  capacidad de alcanzar nuestros sueños, sin importar los obstáculos que enfrentemos.


Y con esto han pasado seis días de cine, seis viajes a través de las emociones humanas con los que el TIFF, aunque cada vez recortando más servicios para prensa, sigue sorprendiéndome con su capacidad para ofrecer experiencias cinematográficas diversas e impactantes.


Para finalizar, os dejamos con el palmarés, un poco injusto a nuestro criterio, de ganadores de esta edición número 37, en el que tras casi 20 años una obra local ha alcanzado el máximo galardón:




Palmarès 37 TIFF


Competition

Tokyo Grand Prix / The Governor of Tokyo Award

Teki Cometh, Yoshida Daihachi


Special Jury Prize Adios Amigo

Adios Amigo

Director: Ivan D. Gaona

 

Award for Best Director Yoshida Daihachi

Yoshida Daihachi, Teki Cometh


Award for Best Actress

Anamaria Vartolomei, Traffic


Award for Best Actor

Nagatsuka Kyozo, Teki Cometh


Award for Best Artistic Conrtribution

My Friend An Delie

Director: Dong Zijian


Audience Award

Big World

Director: Yang Lina


Asian Future

Asian Future Best Film Award

Apollon by Day Athena by Night

Director: Emine Yildirim

 

Kurosawa Akira Awards

Miyake Sho, Fu Tien-yu


TIFF Ethical Film Award

Dahomey

Director: Mati Diop


Lifetime Achievement Award

Tarr Béla




https://2024.tiff-jp.net/award_winners_en/

 

 

Saludos y nos vemos por los Cines!