Crónica del Festival de cine bélico de Barcelona


Con motivo del setenta aniversario del desembarco de Normandía, se ha celebrado un festival que conmemora dicha gesta realizada el día 6 de Junio de 1944 (también llamado día D). Con una duración de cinco días, el Festival de cinema Bél.lic de Barcelona se ha propuesto rescatar títulos míticos que forman parte de la historia del cine, en esta primera edición con la segunda guerra mundial de fondo. Nosotros hemos estado y os lo contamos.

 

Día 1

Desde el primer día ya se supo que éste no era un festival cualquiera, y es que la asociación catalana de coleccionismo de uniformes históricos (ACCUH) se encargó de darle color y ambientación bélica a una presentación muy original en la que hubo fotos, risas y sobretodo amor por el cine. Tras los eventos preliminares dio comienzo la primera película del festival: “Un Puente Lejano” (Richard Attemborough, 1977), la gran derrotada de los premio de la Academia de cine en su año de estreno debido a que coincidió con la archiconocida “Star Wars” (George Lucas, 1977).


 

Uno de los grandes atractivos del film es el espectacular reparto repleto de estrellas de la época y futuras promesas que elevan el nivel interpretativo; Dirk Bogarde (El Sirviente, 1964), James Caan (El Padrino, 1972), Michael Caine (El cuarto protocolo, 1987), Sean Connery (La Roca, 1996), Edward Fox (Detective privado, 1978), Elliot Gould (Capricornio uno, 1977), Gene Hackman (Sin Perdón, 1992), Anthony Hopkins (El Silencio de los corderos, 1991), Hardy Kruger (Sibila, 1962), Laurence Olivier (Espartaco, 1960), Ryan O’Neal (Barry Lyndon, 1975), Robert Redford (Dos hombres y un destino, 1969), Maximilian Schell (La Cruz de Hierro, 1977) y Liv Ullmann (Persona, 1966) son cabezas de cartel de esta obra maestra del cine bélico.

“Un Puente Lejano” nos sitúa justo en el momento después del día D, precisamente en la preparación del día H u operación Garden Market, un plan para colarse tras las líneas enemigas, concretamente en Holanda, aprovechando que el ejercito alemán esta en plena reagrupación tras el desembarco del ejército aliado. Durante las casi tres horas de metraje, el único pero es que uno no puede evitar sentirse confundido, pues aunque la intención del director es clara tras la presentación de la trama y de los diversos personajes, el desarrollo del argumento acaba por infundir en el espectador una deslocalización total del lugar donde nos encontramos debido a que el montaje es poco clarificador, cambiando continuamente de situación sin dejar adaptarse a la velocidad de los acontecimientos y poniendo de manifiesto que si uno no sabe lo que ocurrió de verdad, o está mínimamente informado, puede llegar a desesperarse intentando entender a donde nos lleva la historia. Salvando este detalle, reiterar que estamos ate una obra maestra y, en definitiva, un disfrute para los amantes de este género.

 

Día 2

 

Con la sensación agridulce del día anterior, tocó disfrutar de otra master piece del cine bélico de los últimos tiempos, sí señor, fue el turno de la aclamada y oscarizada “Salvar al Soldado Ryan” (Steven Spielberg, 1998), que acertadamente fue elegida para proyectarse el día exacto de la celebración del setenta aniversario del Día D, y acertadamente porque la historia del film arranca precisamente con el sangriento desembarco. Solo hay palabras de elogio para el trabajo realizado por Steven Spielberg, que consigue transportarnos a la cruda realidad de la guerra desde el primer minuto y destacando los primeros veinte, los que más muertes registradas por segundo mostraban en la gran pantalla hasta el estreno de “John Rambo” en 2008. Desde el principio, gracias a unos planos semidocumentales impresionantes, el director logra sumergirte en un pedazo de historia recreada haciéndote sentir un integrante más del batallón capitaneado por Tom Hanks (La milla verde, 1999), haciendote gozar de una experiencia visual que te deja impresionado durante todo el metraje y experimentando sobresaltos emocionales que te llevan desde la alegría más reconfortante al abatimiento más contundente.

La banda sonora, del cinco veces ganador del Óscar John Williams (Tiburón, 1975), la excelente fotografía a cargo de Janusz Kaminski (War Horse, 2011), un diseño de producción sencillamente increíble y un reparto fantástico que realizan grandes actuaciones, entre los que cuentan; Tom Sizemore (Heat, 1995), Edward Burns (Ella es única, 1996), Barry Pepper (Enemigo Público, 1998), Adam Goldberg (Zodiac, 2007), Vin Diesel (Pitch Black, 2000), Jeremy Davies (Solaris,2002), Giovanni Ribisi  (60 Segundos, 2000) y Matt Damon (El indomable Will Hunting, 1997);  convierten esta obra maestra en una delicia para los cinco sentidos.

 

Día 3

 

Después de acabar el día anterior con la alegría de disfrutar de una obra maestra, en este tercer día nos situamos en un campo de concentración Alemán para intentarnos escapar de él junto a Steve McQueen en “La Gran Evasión” (John Sturges, 1963).

 

Basado en un hecho real, el film nos sitúa en un campo de reclusión de alta seguridad que aloja a oficiales aliados famosos por sus continuos intentos de escapar de las garras del ejército alemán. Durante poco mas de dos horas y media se es testigo de numerosos planes de escape y de ingeniosas tretas del ejército americano para salirse-literalmente- con la suya. Richard Attenborough, Charles Bronson y James Coburn son algunos de los actores que interpretan a los oficiales que llevan a cabo un plan maestro para lograr la evasión de 250 oficiales y poder así quebrar los ánimos del enemigo.

John Sturges se asegura de que la película no sea la pesadilla que dedbió ser y de una manera satírica nos cuenta lo que pudo haber sucedido en aquellos barracones, colocando situaciones cómicas para distraer e ilusionar al personal con lo que esta sucediendo. No hay que olvidar la mítica banda sonora y la gran escena de Steve McQueen con la moto por las que el film pasó a la historia y que, por tanto, son los grandes atrayentes de esta obra maestra del cine bélico.





Día 4

 

El Cuarto día del festival ya cerca del final, se tenía la sensación de estar convirtiendose en lo mas parecido a un adiestramiento de supervivencia para épocas de guerra. La siguiente parada fue en Tailandia con “El puente sobre el río Kwai” (David Lean, 1957). Basada en la novela de igual título, se nos sitúa en un campo de concentración japonés del año 1943, los apresados, un regimiento de tropas Inglesas que tenían la obligación de construir un puente para el paso del nuevo ferrocarril.

 

El campamento, establecido en la ribera del río Kwai no es solo una prisión, sino más bien un asentamiento de trabajos forzosos en los que, obligados por el Coronel Saito, tienen que construir magna obra en un tiempo limitado. En el film, aunque con ambientación bélica, se ponen a prueba la testarudez, propia de la cultura japonesa, contra el orgullo y la resignación a la esclavitud del pueblo Inglés, existiendo un enfrentamiento de naturaleza psicológica en lugar de las armas propias de la guerra.

David Lean dirige una verdadera joya del cine bélico, ganadora de siete estatuillas (entre ellos la de mejor dirección), con una excepcional banda sonora, una fotografía increíblemente detallista con cada matiz de la naturaleza y de la huella de la humanidad sobre ella, una humanidad exquisítamente representada por un gran elenco de actores que llevan a flor de piel los sentimientos y situaciones acontecidas en la película.

 

Día 5

 

Ya en el último día, tras cuatro jornadas plenas de buen cine, culminó el festival con la sesión sorpresa: “Doce del patíbulo” (Robert Aldrich, 1967), perfecta guinda para dar punto y final a este viaje por la segunda guerra mundial.

 

El argumento de la película es bastante sencillo, el gobierno norteamericano utiliza a doce prisioneros sentenciados a muerte para llevar a cabo un trabajo en la sombra, éstos tendrán que infiltrarse en el ejército alemán para asesinar a cuantos oficiales puedan. La moraleja de la historia es que las peores personas pueden ser las más patrióticas y estar dispuestas a todo con tal de conseguir sus objetivos.

Charles Bronson (Hasta que llegó su hora, 1968), Ernest Borgnine (Grupo Salvaje, 1969), Lee Marvin (El hombre que mató a Liberty Balance, 1962) y John Cassavetes (La semilla del diablo, 1968), entre otros, encabezan el reparto de este film donde las apariencias no engañan y las tretas están a la orden del día. “Los doce del patíbulo” muestran otra cara de los héroes de guerra y con su guión original y un gran diseño de producción se ha convertido en uno de los grandes clásicos del cine.






Informe final

 

Ha sido todo un honor poder asistir a este excepcional festival, en el que, irónicamente, se ha podido reir y disfrutar con las ingeniosas presentaciones de Eduard de Vicente. Como apunte personal, dar gracias a Celluloid-cine por permitir, a un profano como yo en el género, disfrutar de estas cinco obras maestras cuyo contenido no debería ser nunca olvidado y que evidencian que el arte tiene una función de memoria histórica imprescindible.

 




Por Santiago Maroto