Y al sexto día...más Sitges 2014

     Qué mejor forma de empezar la jornada que con una obra de arte como es “Wetlands”. Pero no nos llevemos a error, no estamos a ante un film contemplativo, de refinadas imágenes o con interpretaciones de oscar, estamos ante una oda al anarquismo higiénico. Hay pocos filmes capaces de removernos las tripas, de evocarnos arcadas o hacer que te lleves las manos a los ojos para evitar ver alguna escena. “Wetlands” te provoca casi todo lo anterior con sus primeras escenas.
     La protagonista tiene una visión muy única y particular de la higiene, sobretodo en lo referente a la íntima, y desafía constantemente a las hordas de bacterias que nos rodean. Siendo un alma liberada de convencionalismos y moralidades, es claramente un rara avis y, por lo tanto, destaca increíblemente su forma directa de enfrentarse al mundo. Su absoluta independencia es de admirar.
Esta producción alemana que por estilo y fotografía nos recuerda al éxito de hace ya unos años : “Corre, LOLA, corre”, es una comedia de lo escatologico cuyas escenas rememorarás ya sea para volver a reírte de la situación o como parte de una pesadilla de suciedad extrema. Poco más desvelaremos de esta maravilla para los sentidos-nunca mejor dicho-mas recomendamos encarecidamente verla...eso sí, después, una buena ducha.


 
     Presentada por su director y uno de sus protagonistas, “Dear dictator” retrata con bastante crudeza el día a día de un barrio muy pobre de Corea del sur. Lo curioso es que un espía norcoreano es quien graba algunas de estas imágenes y manipula de forma algo incomprensible el devenir de los protagonistas. A parte de este argumento rocambolesco, lleno de miseria y drama por todas partes, lo que más hace que te devanes los sesos es si esto es una crítica a alguna o a ambas coreas, una pena no haber tenido la oportunidad de descubrirlo por la misma película. 

     Hablando de descubrir, el siguiente film, Goodnight mummy peca precisamente de ser muy fácil de preveer. Su giro argumental es demasiado obvio y aunque es algo que no resta en demasía al film, debería haberse tenido en cuenta para evitar determinadas líneas, determinadas escenas. Es muy interesante la sobriedad inherente en la película así como la contraposición entre espacios abiertos y espacios cerrados, haciéndote sentir una angustia muy veraz y sobretodo plantearte seriamente la maternidad.

     Para amenizar el día, un thriller con comedia negra venido de tierras coreanas: “A Hard Day”. Un policía vive un verdadero infierno (por otra parte totalmente merecido) cuando una noche confluyen todas las desgracias del mundo en su persona. La muerte de su madre, un atropello, un control de carreteras, una petición de divorcio y una inspección de asuntos internos. Todos estos fatídicos eventos confluyen para ir de una situación límite a otra sin mucho descanso para nuestro sufrido protagonista. Obviamente, el resultado es un gran entretenimiento con risas y tensión aseguradas. 

     El guionista y director del film, Kim Seong-Hoon, sabe manejar correctamente esta alternancia de géneros y el acierto con el elenco, encabezado por Lee Sun Gyun y Cho Jin-Woong, no hace otra cosa que reforzar la gran combinación de factores que hacen de “A Hard Day” un buen film, una muestra de que corea es capaz de atravesar fronteras con algo más que con la violencia extrema.   

     “Aux yeux des vivants” es la gran decepción del día. Cuando el tándem Bustillo-Maury llamó agradablemente nuestra atención con “À l’intérieur” se le auguraba una excelente carrera. Sin embargo, su último trabajo carece de los ingredientes que les hicieron destacar.

     Con una primera mitad correcta, sentando premisas interesantes y tomando referentes que podían dar mucho juego, la película se pierde en sí misma y va cambiando el sentido hacia lo incomprensible. La trama gira en torno a una criatura, un padre nefasto y tres chicos demasiado curiosos; el problema es que la criatura en realidad no lo es tanto como se plantea, el padre no tiene justificación alguna para con sus acciones y los tres chicos, que a priori son protagonistas, se usan como meros medios para un fin absurdo. en definitiva, un fiasco.  


     El colofón del día, y una de las películas más esperadas del festival, vino de la mano de Jean Luc Godard con su última obra de nombre tan sugerente como es “Adieu au langage”. Como buen enfant terrible del cine, el siempre provocador Godard vuelve a atacar la base misma de la narración y el lenguaje con una intención clara de romperlos creando una obra audiovisual única y necesaria. La elección de rodar en 3D ya es toda una declaración de intenciones, consiguiendo un verdadero y absolutamente uso creativo del mismo, lejos de sus orígenes puramente comerciales. De hecho, es la primera vez que esta técnica cobra un sentido real para quien os escribe en una sala de cine.

     En definitiva, estamos ante una aventura, una afrenta, una pregunta cuyas resoluciones son sólo el principio de un análisis del propio sentido del arte. Poco más decir que recomendar enérgicamente un visionado si se tiene la oportunidad, ya que, probablemente, tendremos pocas oportunidades de ver este acto terrorista/acto de despertar tratándose como es de una producción suicida a la que pocos se atreverían.



Por Silvia García Palacios