Ya cumplimos una semana en Sitges

     “Relatos salvajes” hace que tras el cansancio de seis dias de festival a tus espaldas se vea reconfortado. Esta película, que nos cuenta varias historias de género inconexas, puede ser  de lo mejorcito que nos ha llegado desde Argentina en este año. Además, hay que añadir que cuenta con unos guiones inteligentes y un reparto estelar.
      Quizás, el hilo que conexiona los relatos es la ira en sus diferentes modalidades, la venganza, la humillación, la agresividad, la de por costumbre o la inevitable. Y esta última es la que destaca, en mi humilde opinión, sobre el resto. No es de extrañar que la protagoniza el gran Ricardo Darín, al que hace poco pudimos ver en “Séptimo”. Su historia es motivadora y tiene un mensaje social trascendente que nos recuerda de inmediato a “Un dia de furia”, protagonizada por Michael Douglas, pero con un giro algo idealista aunque con un trasfondo que a más de uno le hará reflexionar.

     Es posible que se piense que esto es una simple película pero estas situaciones aunque parezcan exageradas para la ficción, no se alejan de una posible realidad en la que nos podemos encontrar todos un día cualquiera.



 

     Y pasamos del mundo de los vivos al mundo de los “fantasmas” en la última obra del maestro Miike con “Over your dead body”.  

     Teatral, misteriosa y dotada de una fría crueldad, la nueva apuesta del director japonés nos plantea un viaje en el que realidad y ficción se mezclan. Un matrimonio de actores interpretando una obra de la época de samuriais, unos celos que aumentan, una fuerza sobrehumana y un ambiente que se enrarece por momentos.

     Se podría decir que estamos ante un cuento de terror, una modernización de las míticas leyendas niponas que, en manos de Miike, logra su máxima expresión con un absoluto dominio de la puesta en escena, ambientación y fotografía. Un conjunto que confirma que estamos ante una obra de arte.
 
     La sorpresa del día la encontramos con la coproducción argentina “El ardor”. Gael García Bernal protagoniza con contundencia este “western de la selva” con toques de naturalismo extremo. La trama es sumamente interesante, un grupo de asesinos contratados por una gran empresa pretende conseguir todas las tierras de la zona a cualquier precio, tanto la vida de sus habitantes así como la naturaleza están amenazados y no se quedan de brazos cruzados.

     Lo que destaca agradablemente de la cinta es su aparente sencillez y naturalidad, sobretodo por lo que al personaje de Gael se refiere, un personaje que rezuma templanza, serenidad y seguridad sin que resulte ficticia o excesiva, como suele ser el caso al que Hollywood nos tiene demasiado acostumbrados.
 

     Finalizamos el día con dos films con más coincidencias de las que a simple vista tienen: “Dios local” y “Wake in fright”.

    Ambas películas nos muestran un purgatorio particular, ya sea por la confrontación con sus propios demonios o por el hecho de vivir entre ellos. La primera, más visual y con componentes fantásticos y la segunda más visceral y angustiosa. De uruguay a australia, encontramos diferentes puntos de vista para la representación de los infiernos, por un lado la involucración de un ídolo que provoca la evocación de traumas pasados y no resueltos y por otro lado, la sordidez y vileza extrema del hombre que es capaz de atraer en un principio para seguidamente comerte el alma.

     En definitiva, una reflexión acerca de la condición humana, nuestros defectos y pocas virtudes, un espejo para la autoinspección.



Por Silvia García Palacios