Crónica de la quinta edición del AFF

    Un año más el Atlántida film festival nos ha brindado durante un mes la posibilidad de disfrutar de una selección del cine independiente más interesante del momento.

Repitiendo con la estructura de anteriores ediciones, el festival ha dividido su propuesta en varias secciones: sección oficial, sección atlas y la sección (Anti) Propaganda a la que se suman los cortometrajes.  

 

    Por lo que a la sección oficial se refiere, destacaremos lo hetereogéneo tanto en temática como en formato creando un abanico de nuevas experiencias audiovisuales de los más colorido. Una de las más destacadas en este sentido ha sido "Fish and Cat" (Mahi Va Gorbeh) del director Shahram Mokri. Una demostración de cómo un plano secuencia puede ser algo más que un reto técnico y ser usado como un ingrediente más dentro de una película de suspense con una gran carga de humor negro. Aunque el film se basa en hechos reales, un restaurante que servía carne humana, el hecho no deja de ser una simple herramienta para un propósito artístico totalmente único. Otra de las grandes joyas de la sección "Violet" de Bas Devos, cambia de tercio para de lo micro ir a lo macro y volver a lo micro. Toda una experiencia vital en la que un hecho aparentemente fortuito provoca una escalada de sentimientos y pensamientos que aparentemente desencadenarán un torbellino social pero que vuelven cual pelota lanzada al aire a tierra. Con una clarísima influencia de Gus Van Sant, el director debutante belga demuestra que es capaz de plasmar la sensibilidad juvenil cuando se enfrenta a la cruda realidad.

 


 

    Otra forma de enfrentarse a la madurez se halla en el film de origen Uzbekistaní “40 Days of Silence” de Saodat Ismailova. Una joven decide tomar un voto de silencio en su pueblo natal tras pasar por un trauma; lejos de la urbe, en una casa humilde, convive con las féminas de su familia, estilos diferentes de enfrentarse al día a día y al devenir de sus existencias pero apoyando la decisión de la protagonista. El momento en el que culmina su peregrinaje por la ausencia de voz es reflejado como una catarsis de renovación usando una metáfora magistral que hace que todo el film cobre más importancia de la aparente. Por otro lado, “Ruined Heart” de Khavn de la Cruz, da una impresión de significancia, típica del videoclip, que desgraciadamente no consigue la película. Esta historia de amor shakesperiana contextualizada en los bajos fondos de Filipinas tiene la gran ventaja de contar con Christopher Doyle, conocido por su dirección de fotografía en “Deseando amar” de Wong Kar Wai, pero, irónicamente, la pretendida narración deja mucho que desear.  Otra de la selecciones para competición se halla en la epistular: “6 Desires: DH Lawrence” de Mark Cousins. Un viaje a través de la palabra escrita del autor de “El amante de Lady Chatterley” durante un viaje a la cerdeña.  Esta excusa lleva al director a realizar, junto con un grupo de colegas, un viaje por los mismos lugares de la isla italiana de los que aquel llevo sus impresiones al papel; sin embargo, en un punto del documento visual y sin justificación alguna, se desvían del camino provocando una sensación de aletoriedad dificil de superar. Y para confusión de conceptos tenemos "Taller Capuchoc" del director barcelonés Carlos Pardial, que ya pudimos ver en el pasado festival de Sitges.

 


    El amor ha sido y será uno de los grandes temas plasmados en el cine pues no en vano es uno de los motores del mundo, "Love is All: 100 Years of Love and Courtship", de la documentalista Kim Longinotto, es un recorrido por imágenes ficcionadas o no de ese sentimiento a través de la historia de las imágenes grabadas, una delicia para los sentidos que abruma sólo por el hecho de imaginar la cantidad de material que se ha tenido que visionar. Otra experiencia para los sentidos se halla en “Favula” de Raúl Perrone, la cual hace uso de técnicas y montajes propios de los pioneros del cine para narrar una historia simple pero efectiva y contundente aunque tan llena de referencias y metacine que sobrecoge los sentidos.

    Una de las sorpresas del festival fue "Traffic Department" de Wojtek Smarzowski, una aterradora cinta en la que la corrupción policial llega a límites que rozan la parodia por exagerado y evidente. El film, que tiene todos los números para tener su alter ego palomitero hollywoodiense de turno protagonizado por La Roca o similar, va cogiendo fuerza a medida que avanza y gracias a que posee un par de escenas realmente violentas no provoca desinterés en sus momentos de ritmo más bajo. Para finalizar con este breve repaso a la sección oficial del festival tenemos la irreverente "The Smell of Us" de Larry Clark, una película que bien podría definirse como la hermana oscura de “Soñadores” de Bertolucci, recorre el cuerpo de sus protagonistas por dentro y por fuera en un retrato desasosegante de la adolescencia, una edad que parece perdida y desubicada.

 

     Por lo que a la sección Atlas se refiere, queremos destacar especialmetne la magistral obra del polifacético Mathieu Amalric: "La habitación Azul" , su última incursión en el largometraje. Estamos ante una obra maestra que se pone a la altura de Hitchcock en cuanto a narración y creación de ambiente, lo cual, unido a la elegancia recogida del cine francés que plasma el director, crea un puzzle difícil de desentrañar incluso tras el desenlace, mantieniendo una ambigüedad deliciosa. No hay otra cosa que alabanzas para los actores protagonistas, los cuales llegan a la excelencia de su profesión sobretodo en las escenas conjuntas. Y por lo que a los aspectos técnicos se refiere, todo está acorde con las intenciones del film.  En resumidas cuentas, un acierto en todo los niveles.

 


    “The Tribe” de Myroslav Slaboshpytskiy, es un film cuya peculiaridad se encuentra en que todo el diálogo es con lenguaje de signos sin que hayan subtítulos, cambiando las tornas de la normalidad en la que se mueve la mayoría y dejando que las imágenes se explicaran por sí mismas.  Esta producción ucraniana puede que se apoye en esta rareza, sin embargo y aun contar una historia de lo más naif dentro de su oscuridad, tiene un final digno de ver una y otra vez. Y en la reiteración se basa la emotiva "52 martes" de Sophie Hyde y Matthew Cormack. Madre e hija pactan verse cada martes durante un año mientras dure el cambio de sexo de la madre. Durante este año las vicisitudes alrededor de la identidad sexual se ciernen sobre ellas y en especial en la hija, la cual ha de descubrir, redescubrir, crecer y aprender, en pocas palabras, madurar.

    Por otro lado, hablaremos de la interesante “No One’s Child” de Vuk Rsumovic, cuyo título, y en ciertos momentos el propio film, recuerda a “No man’s land” (2001) aunque se base en la historia de “El pequeño salvaje”, historia que se ha hecho realidad en múltiples ocasiones. En el caso que nos ocupa, es una metáfora dentro de una metáfora ya que se contextualiza en la yugoslavia de la preguerra. La civilización y la humanización no van de la mano y de un proceso de aprender a “ser humano” se crea un ser sin sentido ni lugar.   

 



    Otros títulos de la esta sección son conocidos por nuestra revista como la más que correcta pesadilla de identidades y traumas de  “Goodnight Mommy” de Veronica Franz & Severin Fiala; el western-vampírico de estética intrigante de "A Girl Walks Home Alone at Night" de la norteamericana Ana Lily Amirpour o el otro western, aunque en esta ocasión selvático, de “El Ardor” de Pablo Fendrik y protagonizada por Gael García Bernal.

    Y para finalizar, le daremos un toque de humor a este repaso con “Dear White People” de Justin Simien. Esta película pone sobre la palestra la guerra de colores que existe en los Estados Unidos de América y la reduce a una serie de creencias de identidad, sin base alguna, pero unos rasgos que muchos mantienen por motivos puramente egocéntricos. Se trata, quizás, de una temática que poco podemos entender a este lado del planeta; de todas formas, el film lo muestra con unas dosis de humor a lo Spike Lee que se agradecen bastante.



    Para finalizar, os dejamos el palmarés de esta edición con la esperanza de volver a disfrutar de este fantástico festival el año que viene.

 

Palmarés:

 

- PREMIO ATLÁNTIDA MEJOR PELÍCULA OTORGADO POR  JURADO OFICIAL

 

MEJOR PELÍCULA: "Dos Disparos" de Martin Rejtman

 

MENCIÓN ESPECIAL: "Fish & Cat" de Shahram Mokri y "Traffic Department" de Wojtek Smarzowski

 

- PREMIO DE LA CRÍTICA OTORGADO POR LA ASOCIACIÓN DE CRÍTICOS CATALANES

 

MEJOR PELÍCULA: "Videofilia y otros síndromes virales" de Juan Daniel F. Molero

 

MENCIÓN ESPECIAL: "Dos Disparos" de Martin Rejtman

 

- PREMIO ESPECIAL OTORGADO POR LA ASOCIACIÓN BLOGOS DE ORO

 

“Lunático” de Eduard Sola



Por Silvia García Palacios