Crónica del Cryptshow 2015




El festival de Badalona sobre el fantástico y el terror ha cumplido una vez más y ha llegado a su novena edición. La pequeña gran cita con cine, música, literatura y arte en general con toques de terror, fantasía y ficción científica ha estado llena de sorpresas que sólo pueden encontrarse en la sala de el Círcol.


MIÉRCOLES 1 APERTURA Y MÚSICA EN DIRECTO



Cryptshow comenzó con una doble proyección discreta pero muy interesante. Por un lado, el pistoletazo de salida lo dió La ropaviejera, cortometraje fuera de competición debido a su duración pero considerado esencial dentro de la programación. Otra visión sobre el infame personaje de Barcelona Enriqueta Martí, esta vez con la intención de provocar tensión en lugar de terror debido a un hecho real. A continuación Agustí Busom y su grupo acompañó musicalmente Körkarlen (La carreta fantasma). Si bien en ocasiones la composición no parecía del todo adecuada para la cinta proyectada, durante poco más de hora y media se consiguió crear una atmósfera sobrecogedora en toda la sala.


JUEVES 2 EL CINE DE TERROR INFLUYENDO


A pesar de los aperitivos de la noche anterior, el ambiente festivalero se empezó a notar el segundo día. La sala de el Círcol comenzó a llenarse mientras decenas de personas hablaban de la película que se iba a proyectar: found. Ganadora de los premios Mejor Película, Mejor Actor y Premio del Público en el pasado XXXII Festival de Cine de Terror de Molins de Rei, la cinta ha sido una de las mayores sorpresas del cine de terror independiente. Con un presupuesto limitado y apoyándose principalmente en su guión e interpretaciones, found. mezcla el drama familiar con el gore más clásico y un poco de aventura infantil tratar uno de los temas más polémicos de los últimos años: ¿El cine de terror tiene mala influencia sobre los más jóvenes o el problema está en algo previo? Concluyendo con un clímax que deja en evidencia a la gran mayoría de títulos comerciales, found. recibió, de nuevo, muy buena acogida entre el público.


La primera dosis de cortometrajes, proyectada a continuación, tuvo la ya clásica variedad de estilos que puede verse en Cryptshow: Lune noire, historia de piratas y tesoros malditos con un fantasma cuyas apariciones son poco sutiles y apenas asustan al espectador; The peripheral, que juega con sus encuadres pero termina fallando debido a eso mismo; Monstro!, animación simpática que da un giro a la clásica cosa del pantano; El disco, obra que destaca por su excentricidad y pretenciosidad pero que no deja indiferente; Yayos, divertida historia que se apoya en algo verosímil para aterrorizar pero que abusa de una voz en off y estilo videoclip; Peine du mort, interesante rape & revenge con una estructura narrativa inucual que combina estilos; 1:58:00, uno de los cortos presentados por Gas Natural que pretende concienciar sobre el ahorro de energía castigando a los irresponsables mediante tópicos del cine de terror; y Lothar, adorable historia de un chico aislado debido a un condición de destruir el objeto más cercano cada vez que estornuda.



La segunda tanda de cortos fue precedida por Sin tiempo para morir, otra obra fuera de competición pero incluida debido a su calidad. Acto seguido se proyectaron: La carrera, tragedia familiar con un final previsible debido a su larga duración; 2037, un casi sketch futurista que agradó a gran parte del público gracias a su frescura y sus interpretaciones; Zar, excelente historia que pese a su larga duración logra su intención mediante un ritmo constante y geniales intérpretes jóvenes; Requiem for a robot, triste y cómico retrato de los últimos días de un robot alcohólico; Black case, uno de las primeras demostraciones de los efectos visuales que puede realizar una productora, independientemente de la historia que pretendan narrar; Blattaria, un retrato sobre la depresión con influencias de la nueva carne; y Zombie Nation, un videoclip que muestra una pequeña historia con vulgar crítica social.


VIERNES 3 YOUTUBERS Y BATALLA DE PROGRAMADORES


El tercer día de Cryptshow, viernes, tal y como lleva siendo desde pasadas ediciones fue el más largo. Por la mañana tuvo lugar la tercera parte de cortos a competición, que al mismo tiempo fue la sesión especial para todos los públicos en la cual Eduvic y Your make up studio se encargaron de traer y entretener a niños y adolescentes. Se proyectaron las obras Le son des flammes, Bloquejats apilats, Milk, My father, Excalibur and me, L’héritage, que recibió el Premio del público, Twins, Princesa, Gea, The fog of courage, Hybris, que consiguió el premio Mejores efectos visuales, y Fishing train.


Bien entrada la tarde el Círcol se llenó de parte de la comunidad youtuber y algunos de sus seguidores. Se estrenó Natalie_net, dirigida por una crítico de cine de dicha comunidad. Una cinta plagada de referencias bien llevadas para narrar una pequeña historia sobre el incierto futuro de los jóvenes que deciden aislarse de la realidad para vivir las ajenas.


La cuarta proyección de cortos volvió a tener una variedad curiosa, si bien ayudaba a que el ambiente se mantuviera animado debido al contraste entre unas obras y otras. Las obras fueron Firme usted aquí, sátira nacional sobre la frialdad con la cual se llega a tratar el tema de las herencias con un final un tanto flojo; Zepo, animación realizada con arena en stop-motion, cruda anécdota ambientada durante la Guerra Civil; Demóntable, oda al croma y la animación con la única intención de provocar risas, las cuales se consiguieron; Speed Bob, otra demo de efectos visuales; Daheim, agridulce narración sobre el suicidio y su efecto en los seres concluidos que, lamentablemente, perdió toda credibilidad con una pobre y típica conclusión pero aun así obtuvo una Mención especial y el premio Mejor guión; Ouija filipina, divertida y terrorífica pieza sobre una sesión de espiritismo con final torcido; The stomach, curiosa combinación de tragedia y cine negro aderezada con efectos especiales muy conseguidos; Downtown, pequeña pieza de animación que satiriza en pocos segundos la popular canción del título; y Hasta las entrañas, historia de fantasmas cuya extensa duración la convierte en previsible y la pésima interpretación de su protagonista termina de hundir el conjunto, aunque sorprendentemente se llevase el premio Mejor actriz.



De noche, la quinta batería de cortometrajes contuvo Interior. Familia, comedia negra sobre la charla de unos padres con su inútil hijo; Captcha, historia de espías ambientada en una década de los años cuarenta con toques futuristas; Meat locker, sencilla pieza sobre monstruos devorando a abusones; Dieu reconnaîtra les Siens, otra vuelta de tuerca hacia el drama del género de muertos vivientes; Haut, terrorífica muestra con poco contenido narrativo de un cirujano insertándose pieles ajenas en su carne; L3.0; Mackblaster, intento de serie B que perdía la gracia a cada minuto; Tanatopraxia, interesante relato con intriga e índole sexual con varios giros de guión; y Zombie pony, pequeña locura que dio paso al característico evento del festival.


A medianoche, en un bar situado en el paseo marítimo, tuvo lugar la anual batalla de programadores. La cosa es sencilla: dos programadores de distintos festivales proyectan cortos que han pasado por sus manos, demostrando quien tiene el mejor contenido. La excusa es ideal para pasar una noche de risas rodeado de la gran familia que componen el Cryptshow y festivales vecinos.


 

SÁBADO 4 – EL CINE DE TERROR INFLUENCIANDO 

 

La mañana anterior a la sexta parte de cortos a competición tuvo lugar el vermut literario, acto que lleva repitiéndose varias ediciones y que reúne presentaciones de libros y revistas así como una mesa redonda sobre el leitmotif del festival. Por la tarde se disfrutaron las siguientes obras: Bang bang!, interesante animación crítica hacia el acto de cazar y a la presión de la figura paterna para que una tradición perdure; Appartament à vendre, rape and revenge con supuestas sorpresas; Phoenix, correcta y justa adaptación del universo de Fahrenheit 451; In vino; Escape from Midwich Valley, otra adaptación de una mitología, en este caso de Lovecraft y a ritmo de música electrónica; El Gigante, curiosa combinación entre lucha libre mejicana y una familia al estilo Texas chainsaw que obtuvo el premio Mejor director; y Dead hearts, original relato que en sólo quince minutos recopila toda una vida llena de amor, fantasía y drama y que se llevó un merecido Premio Sierra al Mejor Cortometraje además del premio Mejor banda sonora.




La séptima y última tanda de cortos fue bastante variada y contuvo cuatro premiados: Sale gueule, animación stop motion con un ritmo lento sobre el mar, la responsabilidad y el aislamiento; Inquilinos, otra de las obras presentada por Gas Natural, esta vez con algo de humor negro; Caradecaballo, inusual pieza de bajo presupuesto, combinación de varios géneros; El bosque negro, aventura fantástica y medieval que consiguió un merecido premio Mejores efectos especiales; Ink, retrato de un hombre y su obsesión por convertir su cuerpo en una obra de arte a través de tatuajes ajeno, pese a su excesiva duración y su estilo repetitivo se llevó el premio Mejor actor; Chaud lapin, divertida fábula con animales antropomórficos que se hizo con premio Mejor animación; y Ghost train, una clásica historia de fantasmas protagonizada por niños y sus versiones adultas, ganadora del premio Mejor fotografía. 

 

El día no terminó con esta gran traca de cortos, pues cuando el sol se puso llegó la proyección de Headless, el spin-off de found. Si bien su predecesora jugaba en una liga, ésta va mucho más directa y deja atrás lo mostrado anteriormente para comenzar a ser un slasher más cañero que los del montón y terminar siendo una obra especial al entrar en el terreno personal del asesino, algo que recuerda a la Halloween II de Rob Zombie. Aun así, las elevadas dosis de gore que el público pedía fueron servidas y, pese a algunas huidas de la sala, la proyección terminó con un aplauso que demostró la buen acogida que tuvo la cinta. 

 

DOMINGO 5 – JUAN GIMÉNEZ Y CLAUSURA 

 

 

La gala de clausura fue breve pero emotiva: tuvo como principal protagonista a Juan Giménez, dibujante de cómics y homenajeado en esta edición del festival. Después, el jurado, compuesto por Kikol Grau, Pablo Herranz, Toni Messa, Marina Queraltó y Kiku Vidal, entregó todos los premios mencionados anteriormente. Se proyectaron algunas piezas premiadas y como evento final se proyectó Heavy metal, cuyo uno de sus segmentos fue diseñado por el mismo Giménez. 


 




Por Iban Granero e Isaac Mora