Del mismo modo que tienen en cuenta las condiciones en las cuales se produce una película cuando ésta es una superproducción desmedida, hay que hacer lo mismo con todo lo opuesto. Joss Whedon (responsable de series de televisión como Buffy, Firefly o la actual Agents of SHIELD) ha dirigido esta cinta en su propia casa, durante doce días, con un equipo técnico e interpretativo compuesto por familiares y amigos y mientras todavía se encargaba de la posproducción de la taquillera The Avengers (2012). El guion, como se indica en cada cartel promocionales una adaptación del clásico de Shakespeare. Pero lejos de ser la usual versión contemporánea, en esta ocasión tenemos a personajes que recitan los mismos diálogos de la obra teatral y se comportan, más o menos, como si estuvieran en el siglo XVII mientras van en limusinas y visten trajes de etiqueta.
La primera cualidad positiva de Much ado es que no se recrea en esto último y no incluye constantes y tediosos chistes sobre elementos de nuestra época siendo intrusivo con otra anterior. Dejando a un lado la sorpresa que tendrá el espectador durante los primeros minutos, durante el resto de metraje la acción transcurre con los personajes desplazándose por una casa y un patio como si se encontrasen en un escenario teatral. Esto dice mucho del equipo interpretativo, que se adapta de manera correcta a las peculiares condiciones y ayuda en la difícil verosimilitud de la película comparada con otro tipo de adaptaciones.
En dicho equipo (actores y actrices que han trabajado anteriormente en series de Whedon) se encuentran Amy Acker (Dollhouse, Joss Whedon. 2009-2010), Alexis Denisof (Angel, Joss Whedon. 1999-2004), Fran Kranz (The cabin in the woods. Drew Goddard, 2012), Clark Gregg (Agents of SHIELD, Joss Whedon. 2013) o Nathan Fillion (Castle. Andrew Marlowe 2009). Pese a ser intérpretes acostumbrados a televisión, algo -comúnmente malentendido- por debajo del cine, sus actuaciones son más que correctas y en ocasiones dejan en evidencia a las habituales estrellas de Hollywood.
El otro aspecto positivo de la cinta es el trabajo del equipo técnico. A pesar que a simple vista parezca simple o fácil, no es sencillo realizar toda una película en una casa particular y plasmar constantemente los temas principales que Shakespeare trató en su obra. Además de frases en particular, los personajes se sitúan frente a espejos, tras barras o escondidos mientras espían a otros. De manera seria o cómica, a lo largo del metraje se puede apreciar cómo se siente cada personaje por su ubicación en un escenario que no es un plató. Incluso la banda sonora respeta al dramaturgo británico utilizando sus escritos para las canciones principales, interpretadas por la polifacética Maurissa Tancharoen (mujer de Jed Whedon, hermano de Joss).
Teniendo en cuenta estas dos características, nos encontramos ante una pequeña gran obra cinematográfica muy personal pero que, al mismo tiempo, adapta y respeta una obra teatral que parecía haberse plasmado en pantalla más veces de las necesarias. Alejada de tragedias plagadas de muertes, Much ado merece estar al lado o incluso por encima de tantas cintas sobrevaloradas acerca del amor.