Amor, pasión y música
The broken circle breakdown (2012, Felix Van Groeningen)

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Original

          En Gent, Belgique, a centenares de quilómetros de distancia de la amada tierra de la libertad y el lugar donde surgió el bluegrass, género derivado del country, tiene lugar la historia repleta de pasión de Elise y Didier. La música, la política y la fe condicionan, de principio a fin, el romance entre los dos protagonistas que llegan a tocar lo más alto para también encontrarse en lo más hondo.

 

         Desde el momento en que se conocen, Elise, interpretada por Veerle Baetens (Code 37, Jakob Verbruggen. 2011), y Didier, representado por Johan Heldenbergh (De helaasheid der dingen, Felix Van Groeningen. 2009), dan el pistoletazo de salida a los eventos que más condicionaran su vida. Sin embargo, esto no es lo primero que vemos de su trágica historia, pues Van Groeningen decide narrar ésta con una estructura inusual (quizás últimamente no tanto), saltando a diferentes momentos de la vida en pareja de los dos personajes. Esto no es utilizado para revelar típicas y aborrecidas sorpresas hacia el final del metraje, sino para dar a todo el conjunto la misma sensación que uno puede llegar a tener en el mismo momento en que algo termina. Recuerdos desordenados, como si nos metiéramos en la piel de los protagonistas, los primeros tienen más relevancia y, a medida que se avanza, se repara en aquellos detalles que hicieron que todo, para bien y para mal, tuviese lugar.

 

          Teniendo esto en cuenta, está justificado que se pase de un conjunto de escenas trágicas, a otro conjunto en el cual tiene lugar un número musical perteneciente a los tiempos en que la pareja solamente conocía la felicidad durante las veinticuatro horas del día. Dichos números musicales, de una duración adecuada para no convertir la cinta en un musical, son otro de los alicientes del conjunto, no sólo por crear contraste o provocar más simpatía hacia los personajes (principales y secundarios) sino por el hecho de ser todos del género mencionado anteriormente: el bluegrass. Sin intención de dar clase de historia musical, basta con prestar atención a todas y cada una de las canciones interpretadas para encontrar en ellas los temas que se tratan a lo largo de la cinta y que influyen constantemente a Elise y Didier.

 

         Además de la estructura y la música, The broken circle breakdown también tiene a favor que su parte más trágica tiene una serie de consecuencias totalmente coherentes con la personalidad de cada uno de los personajes, mostrada durante el planteamiento de la cinta. El rechazo total, llegando al odio, de una idea previamente elogiada y todo lo opuesto, aumentar la estima a algo y aferrarse ciegamente a ello, se pueden ver reflejados en Elise y Didier.

         Rechazando desde Europa algunos tópicos estadounidenses y utilizando adecuadamente otros, la película termina siendo una desordenada montaña rusa de emociones variadas y coherentes.

 



Por Iban Granero