Guerra a las puertas
Malditos Vecinos (2014, Nicholas Stoller)

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Original

     El realizador Nicholas Stoller (Paso de ti, 2008) hace una nueva incursión en comedia mainstream estadounidense con el film “Malditos Vecinos”, título obviamente nacional que nos da una gran pista de por donde irán los tiros: lucha entre vecinos.

 

    Los escritores, Andrew J. Cohen y Brendan O’Brien (ambos debutando para la gran pantalla), nos plantean un conflicto, colocando como vecinos a una fraternidad universitaria y una familia tipo Los Flanders (vecinos bienintencionados que hacen lo posible por agradar), para hacerse servir de varios clichés y conseguir, exagerando momentos cotidianos, unas escenas surrealistas que evocan a situaciones cómicas propias de la ridiculez humana.

     En ningún momento el film, que te plantea una guerra sin tregua, pretende posicionar al espectador de un lado u otro sino que, y es de agradecer, deja en el aire la elección pudiendo simpatizar con los diferentes personajes y divertirte con algún ingenioso gag que nos plantea el guión, un guión repleto de chistes cinéfilos, que probablemente harán las delicias de amantes del séptimo arte. En estos chistes, se interpretan a varios personajes famosos en un tono de humor sarcástico que garantiza muchas risas.

 


 

      “Malditos Vecinos” podría ser el producto nacido de la unión entre una comedia gamberra del tipo “American Pie”, y una comedia familiar del tipo “Los padres de ella”; pero, aunque intenta ser original, el desarrollo de la historia se centra en los personajes masculinos y su complejo de Peter Pan no resuelto. En este punto, el film peca irremediablemente de la creatividad suficiente como para desvincularse de la típica comedia made in Hollywood palomitera.

 

     Aunque los motivos son varios, tanto para amarla u odiarla, garantizo un rato entretenido y desenfadado que agradará a la masa de espectadores, pero que, una vez más, dejará patente la falta de ideas que viene siendo una dinámica en éste tipo de comedias.



Por Santiago Maroto