Definida como el proyecto más personal de Denis Vileneuve (“Incendies”, 2010), “Enemy” es un thriller de misterio y suspense basado en la novela; “El hombre duplicado” de José Saramago. Una historia de carácter paranormal que, según el propio director quiso expresar: “encontrar a alguien exactamente igual que tú es un fenómeno que debería provocar el mismo impacto en un ser humano que el que provoca un agujero negro en la Galaxia”.
Jake Gyllenhaal (“Zodiac”, 2007) vuelve a ponerse bajo las ordenes del director (protagonizó “Prisioneros”), esta vez, para interpretar a los dos personajes principales de la trama, Adam y Anthony, quienes se verán inmersos en una lucha mental por la comprensión de un suceso que puede cambiar la existencia de ambos y de sus propias parejas; Mélanie Laurent (“Begginers”, 2010) y Sarah Gadon (Cosmopolis, 2012).
Una historia que, siguiendo la obra de Saramago, el director transforma en un thriller paranoico, rodado brillantemente y con un guión que a simple vista parece caótico pero que está perfectamente escrito y construido al milímetro para confundir al espectador de tal manera que no es fácil distinguir entre los dos personajes, llegando incluso a dudar de si existen o uno de ellos es simplemente un desdoblamiento del otro.
El guión guarda muchas similitudes, así como diferencias o inexactitudes, con la novela mencionada anteriormente. En contenido es fiel a la historia pero, mientras el libro se centra más detalladamente en intentar razonar los estados de ánimo de ambos “clones” y sus reflexivas respuestas ante los acontecimientos, el film parece tomar más en cuenta las reacciones de sus respectivas parejas reflejando en ellas el estupor y las incógnitas que la situación conlleva. También es de mención la icónica araña de la que Denis Vileneuve hace uso para argumentar, de una manera Kafkiana y filosófica, la transformación y el miedo al cambio o a la verdad.
Con esta trama tan espeluznante, una banda sonora que transmite esa sensación de surrealismo y una fotografía que logra darle la ambientación adecuada jugando con colores oscuros y apagados. Denis Vileneuve consigue una obra perturbadora e incómoda que, gracias a un montaje sublime, siempre va un paso por delante de su público sorprendiendo con cada acción -o reacción- de los personajes.
Por si no fuera poco el acierto técnico, también cabe destacar el gran nivel interpretativo con el que cuenta “Enemy”, y es que dar vida a dos personas con personalidades muy distintas, enfrentándose a una verdad insoportable, y conseguir que esos rasgos que marcan la identidad de una persona sean visibles, incluso en las escenas donde salen los personajes juntos, no es un trabajo sencillo y he ahí donde se nota el nivel. Jake Gyllenhaal, que podríamos decir que se ha dividido en dos almas para este proyecto, hace simplemente un trabajo excelente, mostrando registros y tablas que quizá no ha tenido la oportunidad de mostrar más a menudo, por los proyectos en los que ha trabajado, pero que, sin duda, atesora.
“Enemy” es todo un enigma que quizá, para acabar de entender cada uno de los detalles que nos expone, necesita de varios visionados, algo que sin duda merece la pena ya que dispone de todos los ingredientes para convertirse en una obra de culto.