Noburo Iguchi vuelve a la carga
Nuigulumar Z(ヌイグルマーZ) (2013, Noburo Iguchi)

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Original

    Noburo Iguchi vuelve a la carga. Esta vez sin estrellas porno en los papeles principales y sin el prodigioso Yoshihiro Nihimura a cargo de los efectos especiales. Le acompaña, eso sí, Jiji Boo, el villano de la cinta, a quien ya conocemos de "Dead Sushi" y "Tokyo Gore Police".

    El film es un alocado tokusatsu (literalmente, film de efectos especiales) en el que una intrépida lolita tiene que fusionarse con un osito de peluche poseído por una entidad cósmica para proteger a su sobrina y amor platónico. Cuando Yumeko y Busuke se fusionan, se convierten en Nuigulumar, heroína a medio camino entre el hombre y el peluche responsable de hacer frente a la legión de zombies, emos, lolitas con pezones láser y lectores de manga que el malvado némesis de Nuigulumar envía contra ella. Sin gran problema, podemos encontrar un revoltijo desconcertante a la vez que encantador de travestismo, moé, melodrama, rock y zombies. Todo ello sin perder todas las convenciones de su género: superhéroes, situaciones límite, ritmo trepidante, combates ultraépicos y efectos especiales de andar por casa.


    El reparto del film es casi exclusivamente femenino. Aunque es ya una constante en los films de Iguchi, aquí llegamos al punto en que el personajes supuestamente masculino, objeto de los intereses sentimentales de Kyoko, en un giro muy esperado, resulta ser también mujer. De la misma manera, y al igual que en "Mutant Girl Squad" o "Machinegun Girl", nuestros protagonistas viven en una más o menos idílica vida familiar que vienen a destruír las hordas del villano de turno, matando en el proceso a la hermana mayor de la protagonista.

    Noburo Iguchi sigue su tendencia ya vista en su fragmento de "The ABCs of Death" hacia una mayor estilización visual. Por otro lado, la diégesis le trae literalmente al fresco. Es capaz de dilatar un segundo durante minutos para dar tiempo a sus personajes a tener una larga conversación. Compone planos de síntesis sin ningún tipo de respeto por la más mínima coherencia perspectiva.

    Hay tras todo ello una voluntad de emular los shows televisivos Japoneses de los 70’s. Así lo atestigua el homenaje que le hace Zaborgar en el flashback que cuenta la historia de Yumeko. Aunque si tenemos en cuenta que el propio Iguchi hizo ya una versión de Zaborger, no podemos estar seguros hasta que punto no se está haciendo un guiño a sí mismo.

    Éste no es el único juego que podemos encontrar. Cuando Yumeko se transforma en Niugulumar, el personaje pasa de ser interpretado por Shoko Nakagawa a ser realizado por Rina Takeda. La misma Rina  interpreta a otro personaje secundario al que confunden con Nuigulumar por su parecido. La broma está servida.


    "Nuigulumar Z" es una película naive hasta decir basta. Entretenimiento puro y duro que se ha de enfrentar sin complejos si es que se quiere disfrutar. No apta para los cinéfilos más puristas. La vas a amar o a odiar, pero es realmente difícil que te deje indiferente.

 



Por Juan Vilató