Las películas de Pixar suelen tener una magia que pocas productoras o directores consiguen, un algo especial que hace que quieras dejarte arrastrar por ese «sense of wonder» que intentan imprimir a todos sus films, sean estos fallidos o no, y que despiertan sensaciones y sentimientos que el cinismo de la vida adulta entierra por pura supervivencia. En este caso, lo mejor es dejar de lado esa coraza que nos creamos a partir de cierta edad y simplemente disfrutar con la propuesta a la que nos invitan Pete Docter (“Monstruos S.A.”, “Up”) y Ronaldo Del Carmen (éste es su primer largo, pero lleva en la industria de la animación desde 1990) en “Del Revés”.
Si hacemos esto, nos encontraremos con la mejor película de Pixar desde “Up” y “Toy Story 3” y con la que, a nivel argumental y narrativo, es la más ambiciosa que han realizado hasta la fecha.
En ella, nos presentan a Riley, una niña de 11 años normal y corriente que por primera vez tendrá un cambio importante en su vida y cómo sus sentimientos básicos: alegría, tristeza, ira, miedo y disgusto, se las apañan para salir airosos del asunto y conseguir que Riley vuelva a ser una niña feliz. Así que básicamente hablan de cómo las emociones, incluso las “malas”, nos afectan y son importantes en nuestra vida y relaciones.
Se trata de una película muy didáctica sobre un tema difícil de explicar cómo son los sentimientos, crecer o la salud mental, así que por mi parte sólo puedo elogiar la valentía con la que deciden representar algo tan subjetivo como una depresión y conseguir una eficiente mezcla de introspección e historia de aventuras simbólica y algo melancólica para disfrute de los adultos. Por supuesto, también hará las delicias de los más pequeños a un nivel algo más básico, pero siempre con un maravilloso sentido del humor donde se explica, a base de gags, como funcionan los déjà vus, la pérdida de recuerdos, el pensamiento abstracto o el subconsciente, cosas fáciles para hacer humor, vamos.
A nivel técnico, la película es un primor, tanto, que hasta da cosa compararla con otras películas de animación infográfica. El nivel de detalle y realismo en movimiento, texturas, objetos, iluminación y demás es tremendo. Las producciones de Pixar suelen estar muy por encima de sus competidoras, incluso cuando no pertenecía a Disney; pero, como siempre en un género donde la tecnología cambia a una velocidad ingente, ya se verá cómo pasa el tiempo por ella. En todo caso, hay que agradecer que estilísticamente se mantengan en la cartoonización de sus personajes para evitar la entrada al valle inquietante del espectador a nivel visual, y, sobre todo, que cimienten sus historias en tan buenos guiones.
“Del Revés” es un film redondo donde todo funciona con la precisión de un reloj suizo, o, en este caso, de un cerebro ágil y sano; donde no hay momentos que estén de más, ni caen en el relleno sentimentaloide, donde no hay bajones en el guión y cuando podría parecer que los hubiese, la originalidad de toda la propuesta, de los gags, de los diálogos, de lo que pasa dentro y fuera de Riley y de todo lo que te presentan, es tan rica, tan inventiva y compleja que pasas por alto si hay un mínimo de pérdida de ritmo.
Con una premisa que en cierta manera recuerda a “Érase una vez la vida” u “Osmosis Jones”, Docter y Del Carmen han conseguido, sin duda, realizar una enorme obra que muy posiblemente perdurará entre las mejores y más originales películas de animación realizadas por el estudio de John Lasseter.