Adaptaciones, ese gran temor que tienen los lectores de que sucedan. ¿Podrán llevar a la gran pantalla con éxito mi novela favorita? Se preguntan todos esos miedosos fans que esperan el estreno. La respuesta, por norma, ha sido que no. ¿En este caso? La adaptación deja un sabor agridulce.
Las expectativas no eran muy altas, aunque sí se esperaba algo de fidelidad hacia la obra en la que se basa el guión, cosa que se ha cumplido y no se ha cumplido.
En cuanto a los personajes principales, Elizabeth y Darcy, interpretados por Lily James (Cenicienta, 2015) y Sam Riley (Maléfica, 2014) respectivamente, parecen sacados del mismo libro, manteniendo en amplia mayoría sus diálogos, sus personalidades tan sobresalientes y sus mejores momentos en la trama. También debemos añadir a Lady Catherine, interpretada por Lena Headey (El secreto de los hermanos Grimm, 2005), la cual hace una actuación excelente y borda el personaje; así como a su compañero en Game of Thrones, Charles Dance, que nos saca una sonrisa con su Sr. Bennet.
Otro factor a tener en cuenta es la lograda ambientación. Los decorados, la banda sonora en los momentos más importantes, la vestimenta y las armas también consiguen hacer más convincente la experiencia a lo que la trama se refiere, ayudando a meter al espectador por completo en la película.
Por otro lado, lo que hace dicha experiencia algo amarga son otra serie de factores, tales como la falta de algunas escenas importantes en el desarrollo de determinadas partes de la historia.
A lo anterior se le suma la presencia de un personaje que, hasta la pronunciación de su nombre, no reconocemos: Parson Collins, quién en la película es un molesto y pedante clérigo interpretado por Matt Smith (con una más que visible subida de peso tras Terminator Génesis). ¿Acaso el actor hace una errónea interpretación? Para nada, el actor lleva el personaje a su terreno, y lo convierte en un auténtico tormento, pero le falta peso y causar una impresión física realmente desagradable.
Por último, la parte que más ha decepcionado se encuentra en la segunda mitad de la trama, que, lejos de pretender ser fiel al libro, relata una evolución de la historia totalmente inventada que carece de sentido. Dicho suceso no hace peor la película, pero confunde, y, por consecuencia, hace que se frustren las expectativas ante el acaecimiento de determinadas escenas cumbre.
Como conclusión, “Orgullo+Prejuicio+Zombies” es una película que en la balanza queda muy igualada...aunque siempre nos faltará un pedacito de Darcy.