El espejo que lo controla todo
The Huntsman: Winter's War (2016, Cedric Nicolas-Troyan)

Están las precuelas, las secuelas y algo en medio: “El cazador y la reina del hielo”; un film que se sitúa dentro de lo que han denominado como “Las crónicas de Blancanieves”, pues su antecesora fue ni más ni menos que “Blancanieves y la leyenda del cazador”, ahí queda eso.

Estamos en una época curiosa, todo cuento o novela clásica parece ser diana de modernas versiones que distan enormemente de las pretensiones de sus autores originales. Poco se imaginarían los hermanos Grimm que su hacendosa Blancanieves se convertiría, con el paso de los años y la añadidura de quizás, muchas licencias, en una especie de Juana de Arco impulsando una cruzada contra la Reina Malvada. Y mucho menos que el Cazador, claramente un secundario dentro de la trama, sería el gran protagonista.

Poco sentido tendría construir una deatriba acerca de si es correcto o no ser fiel a las historias originales, pues la originalidad es el eufemismo de la combinación inspirada y la cuestión que nos atañe es discernir si estamos ante un buen o mal producto. Pongámonos con un breve análisis de factores: La historia es un refrito naif y harto previsible que bebe en demasía a “El Señor de los anillos”, ahora bien, si estuviera destinada a un público prepuber no habría problema (no es el caso). Hay una ausencia de narración alarmante, pasando escena tras escena por todo lo que se supone que ha de pasar pero sin que haya una cohesión dramática que le dé fuerza (o sentido claro) a lo que acontece. La cinematografía destaca agradablemente consiguiendo texturas interesantes en escenarios muy diversos manteniendo al máximo la realidad sin que se note en exceso el efecto digital. Finalmente, el elenco es la pieza clave del film, no en vano se han asegurado el tiro manteniendo a Charlize Theron (Mad Max: Furia en la carretera, 2015) y al heroico Chris Hemsworth (Star trek: en la oscuridad, 2013), añadiendo, con tremendo acierto, a la férrea Emily Blunt (Al filo del mañana, 2014) y a la rigurosa Jessica Chastain (La cumbre escarlata, 2015).

En pocas palabras, “The Huntsman: Winter’s War” cuida más la forma que el fondo, algo que cada vez vemos con mayor asiduidad, demasiada. Lo preocupante es que estamos empezando a acostumbrarnos a esta vacuidad intrínseca. Si retrocediéramos en el tiempo nos encontraríamos críticas mucho más duras ante una película como esta, pero viendo que la dinámica de las productoras parece ser la de convertir a los espectadores en Gestálticos por lo de “la parte por el todo” poco más podemos hacer.

Concluyamos pues diciendo que estamos ante un producto que resulta neutro, será un sacadinero más contra las masas que gustan de ver y no pensar demasiado, para los demás, habrá que esperar que los tiempos cambien su curso o una mutación, quién sabe...

Por Silvia García Palacios

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