Los gemelos golpean de nuevo
Zipi y zape y la isla del capitán (2016, Oskar Santos)

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Original

Se cuela en las carteleras nacionales la última aventura de los hermanos Zipi y Zape con el sugerente título de “Zipi y Zape y la isla del capitán”. Esta secuela, que trae de nuevo a la gran pantalla a los gemelos nacidos de la mano de Escobar, propone una alternativa infantil muy aceptable a la avalancha de estrenos estadounidenses.



Siguiendo la estela de su predecesora, “Zipi y Zape y el club de las canicas”, el filme narra toda una epopeya inspirada en obras maestras de la literatura clásica de aventuras teniendo como base “Peter Pan”. Y lo hace de forma directa y sin prejuicios, creando un cocktail que funciona correctamente, aun parecer forzado en múltiples momentos. Mientras que la antecesora creaba su propio imaginario con un diseño de arte espectacular aun la clara influencia de los “Goonies” (Richard donner, 1985), en esta ocasión las múltiples fuentes homenajeadas en suma y desgraciadamente, le restan valor en comparativa. Y es que las comparaciones son odiosas y más aún en el caso que nos ocupa pues las dos películas difieren significativamente en sus acabados, pareciendo la primera hecha con más ilusión y acierto que la segunda. He aquí una pequeña muestra de ello, la breve reseña de una joven espectadora: En la película hay escenas previsibles pero es normal en una peli para niños. Hay algunos fallos y personajes que no me convencen del todo, como el hombre invisible. Es mejor la primera parte porque va de pistas y acertijos y es mucho más entretenida (Mar Jiménez).



Centrándonos pues en la que nos ocupa, lo más destacable es, sin duda, el diseño de producción y la interpretación de sus protagonistas. No se ha reparado en gastos para recrear el mundo mágico de la fantasía juvenil en esta isla de ensueño y los actores se han hecho con sus respectivos roles a las mil maravillas, del primero al último. Ahora bien, por contra, encontramos algunos tropiezos, sobretodo, en lo que a estructura se refiere, algo aleatoria e injustificada en algún momento, explicado puntos de la historia “porque sí” y dando la impresión de que se ha escurrido del montaje final algo de metraje -ya de por sí algo excesivo para el público objetivo-. En resumidas cuentas, encontramos un todo vale que no es equivalente a la imaginación al poder de la que nos nutrían los escritos de Barrie, Wells y compañía.


 

El filme cumplirá con los objetivos de entretener a sus espectadores y por lo que a comparaciones se refiere, de lo que sí que podemos enorgullecernos con estas dos incursiones de los gemelos más gamberros del cómic español es de sus moralejas. Ambas hacen un intento por alejarse de los mensajes típicos capitalistas de obtención de fortuna y gloria, proponiendo como alternativas la diversión, la fraternidad y el amor.  


  





Por Silvia García Palacios