De los estudios que deslumbraron al público infantil con la aclamada “Gru, mi villano favorito” (Chris Renaud y Pierre Coffin, 2010) llega este verano su nueva propuesta, “Mascotas”, la cual nos adentra en el maravilloso mundo de nuestros compañeros peludos y su visión particular desde el momento en que los humanos no están en casa. En esta ocasión, repiten tanto el tándem de realizadores, el diseñador de producción, Yarrow Chenney, así como los guionistas Cinco Paul y Ken Dauriod.
Con todos estos ingredientes se podría esperar una obra entretenida, como consiguieron con las dos entregas de Gru, pero a menudo ocurre que las mismas piezas sobre el tablero provocan el resultado contrario. Quizá visualmente puede parecer perfecta, pero desgraciadamente nos encontramos con un guión que deja mucho que desear, y digo esto último no solo desde el punto de vista de espectador adulto, sino también del de ese niño que todos llevamos dentro y que se deja ilusionar por este género.
Centrándonos en el talón de Aquiles de este guión, podemos dividirlo en tres partes claramente diferenciadas. La primera, la poca originalidad a la hora de crear chistes sobre el comportamiento rutinario de las mascotas, dado que se han podido ver antes en otro trabajos de Pixar, por ejemplo “Bolt” (Byron Howards y Chris Williams, 2008), siendo en este caso aburridos gags con los que te sacan una mera. La segunda, la presencia de personajes secundarios que raramente verías como mascotas en tu propia casa y que, si existen, el lugar donde acontece la historia no es ni mucho menos el idóneo para la cría de según qué animales. Y la tercera, no hay ninguna moraleja y el final parece decidido sobre la marcha en un intento de crear un mensaje dentro de un film que sólo te cuenta la aventura en la que se embarcan los personajes.
En resumen, es una lástima ver otra película que prometía ser correcta, con calidad visual y premisas de buen entretenimiento, destrozada por un guión que desborda puro marketing, aprovechando el tirón que la temática suscita para asegurarse un amplio porcentaje de espectadores. Otro film para masas con afán sólo de entretener a los más peques de la casa, que eso sí, por lo menos pasarán un rato divertido con las diabluras de los Minions si ven el corto previo al film, irónico.