Absoluto dominio de Huppert
Elle (2016, Paul Verhoeven)

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Original

 

Tenemos la suerte de poder disfrutar del último proyecto de un director versátil como los haya. Tras 10 años desde su último film estrenado en cines, Paul Verhoeven ha encontrado su nueva inspiración en europa y con una historia hecha a su medida.


A pesar del trailer, a pesar de las sinopsis equívocas, “Elle” no va de la venganza de la chica violada, nada podría ser más prosaico para el realizador. El film narra como alguien excepcional aplaca sus propios fantasmas sin perderse en el proceso. Para dar vida a este inusual personaje nadie mejor que la gran Isabelle Huppert, la cual, como no podría ser de otra manera, se come la pantalla en cada escena. La diva francesa interpreta a una acomodada directiva de una empresa de videojuegos cuyo violento pasado parece haber impregnado y definido su vida. Así pues, lo que para una persona dentro de los cánones normales vitales podría resultar en un trauma, en algo insostenible, depresivo o un obstáculo infranqueable, para nuestra heroína es una simple cuestión de acción-reacción, sin dramas, moralinas o dubitaciones.


En “Elle” se encierra un ensayo de la violencia latente de la sociedad y de cómo sale a la superficie cual heces en una balsa de agua. Es complicado evitar mancharse, pues, mal nos pese y por ahora, pocos nos libramos de este impulso primigenio y muchos ni siquiera intentan evitarlo. Las referencias en el film se encuentran en todos los apartados de la vida de la protagonista, desde su trabajo a sus relaciones sociales pasando por su familia y por supuesto en lo sexual.


Como en anteriores trabajos del director, el sexo también juega un papel importante y el rol femenino no cumple con los estereotipos, algo que es de agradecer. El poder que viéramos en “Instinto básico”, la convicción de “Show girls”, la perversión de “Flesh+Blood”...todo se vuelve a vislumbrar en “Elle” personificado gracias al dominio absoluto de Huppert. Lo que resulta más chocante es que la película será definida como subversiva en vez de alternativa, reduciéndola a una inversión de las normas establecidas en vez de a una posibilidad totalmente plausible en la que una persona -una mujer- se supera a sí misma. Sin duda, esta contribución al empoderamiento de la mujer será uno de los sellos que definirán la trayectoria de Verhoeven y esperemos que sea una norma y no una excepción en el panorama cinematográfico.


Tras crear mitos e hitos en el cine de hollywood, este amsterdamés ha cruzado de nuevo el atlántico para deleitarnos con historias potentes e imprescindibles para reflexionar sobre el ser humano y su sociedad, algo de lo que precisamente no abunda en la meca del cine. Con “Elle” demuestra que, de una historia aparentemente banal, puede brotar todo un manantial de autoanálisis de valores y una constatación de una realidad ante la que pensar seriamente.  



Por Silvia García Palacios