Esa frase queda grabada en nuestra cabeza aunque, cuando la oímos por primera vez, acompañando la imagen clara de un lazo rojo, no podemos evitar evocar la ya conocida leyenda oriental del hilo rojo que une a las personas que deberán encontrarse o ayudarse en determinado momento.
El juicio occidental está marcado por películas consideradas de culto como son “Akira” (Katsuhiro Ôtomo, 1988), “La tumba de las luciérnagas” (Isao Takahata, 1988), “Ghost in the Shell” (Mamoru Oshii, 1995) o incluso la reciente “Wolf Children” (Mamoru Hosoda, 2012), que definen qué debe ser el anime para afirmar su calidad. “Your Name” parece condenada a unirse a esta lista.
Los primeros minutos nos plantean el inicio de un romance que podría caer de nuevo en clichés y las ya trilladas tramas prefabricadas para adolescentes que quieren ver la misma historia una y otra vez. Es el drama que comúnmente encontramos en los filmes y series comerciales que triunfan fácilmente (y caen en el olvido con la misma facilidad) entre la población más joven de Occidente: chico y chica no pueden estar juntos por algún motivo y han de superar las dificultades. Al cabo de diez minutos, sin embargo, esa idea ha desaparecido por completo de nuestra mente, alojando en su lugar un claro estado de confusión al darnos cuenta de que no tenemos ni idea de qué está sucediendo y que, desde luego, no es otro shojo romántico.
La historia gira entorno a dos protagonistas Taki y Mitsuha, que llevan vidas aparentemente normales y que se ven envueltos en algo que no entienden en el momento en que Mitsuha pide un deseo y éste se cumple: quiere una vida más emocionante, lejos del templo y su aburrido pueblo que ni siquiera tiene cafetería. Así da inicio la aventura: Mitsuha y Taki se intercambian los cuerpos y, pese a que al principio piensan que es un sueño, terminan aceptando que esa otra persona es tan real como ellos mismos. A partir de ese momento, deberán coordinar sus smartphones e informarse de absolutamente todo lo que hagan en su vida intercambiada para evitar problemas. Tanto ellos como los personajes secundarios (que, sorprendentemente, suman y no restan), se desarrollan y evolucionan a lo largo de la trama, sin ir más lejos, el autor, Makoto Shinkai, hace especial hincapié en las relaciones personales y la comunicación establecida, en la psicología humana y los problemas personales que la juventud japonesa enfrenta en su día a día.
Pero ¿Qué pasa cuando no pueden encontrarse? ¿Es realmente un recurso novedoso? Algunas personas apelan a una falta de originalidad en el guión, recordando la existencia de la película “The Lake House” (Alejandro Agresti, 2006). Personalmente, pese a que el tema de un romance a través del tiempo se toque en ambas obras, para mí está claro que “Your Name” añade más puntos a la trama y la complica muchísimo, creando una paradoja temporal en la que Taki deberá salvar a Mitsuha de algo que ninguno de los dos puede controlar y deberá hacerlo a contrarreloj: antes de que caigan las estrellas. Sin dar muchos detalles del por qué, añadiré que en “Your Name” se plantea un elemento precioso: El altruismo y el deseo de ayudar a los demás, haciendo frente a un montón de problemas y arriesgando la vida propia, incluso si éstos son ajenos.
Con cambios de cuerpo, viajes en el tiempo, pérdidas de la memoria, un plan divino, hechos extraordinarios y un desastre natural, la nueva película de Makoto Shinkai es una amalgama de la más pura belleza que provoca sensaciones tanto de felicidad como de horror conforme se desarrolla frente a nosotros. Sus entornos (ya sean la ciudad o el campo) están perfectamente diseñados y animados, con una inmersión mayor incluso que la que el 3D nos podría haber ofrecido. Hay pausas a lo largo de todo el film en las que nos plantean la acción pero, más allá de utilizar los paisajes como método de situación, los utilizan magistralmente para evocar en lugar de explicar y mostrar, algo realmente poco común. Casi puedes oler la lluvia en la montaña, el barro y las hojas y las flores por la mañana; puedes sentir el sol en la cara en medio de la ciudad y la sensación de ahogo al tomar un tren lleno de personas; puedes sumergirte en la decadencia y la desesperación de los personajes. Es así, con unos entornos marcados, afilados, brillantes, como, de pronto, parece que alguien haya subido el volumen de impresión al máximo.
No arriesga demasiado a nivel de trama ni de discurso, no resulta rompedora en cuanto a polémica o desarrollo y se limita a tocar de forma demasiado breve algunos de los temas de más actualidad; no critica apenas el sistema gubernamental que nos muestran como injusto dentro de la historia ni ofrece una visión novedosa del romance. Sin embargo, estos contras son olvidados rápidamente gracias al desarrollo que ofrece durante los 107 minutos de duración y al final lento y pausado que nos sitúa en un lago de calma y nos impide conocer el desenlace de la trama, dándonos a entender que el viaje ha sido lo más importante.
“Your Name” ha superado a “Spirited Away”, convirtiéndose en la película japonesa más taquillera de la historia, siendo número 1 en Japón durante 14 semanas consecutivas y considerada por la Asociación de Críticos de Los Ángeles como mejor película de animación de 2016 (por delante de las nominadas a los Oscar). Pese a todo, dejando de lado los números -y en mi opinión- es una película que merece la pena pararse a ver.