Paranormalidades
Verónica (2017, Paco Plaza)

Starsmall Starsmall Starsmall

Original

El film ”Verónica” representa el esperado regreso a la dirección de Paco Plaza. Conocido internacionalmente por la saga de “REC”, el realizador valenciano vuelve al género con una historia de posesiones protagonizada por una joven de 16 años interpretada por la novel Sandra Escacena.



La película, basada en hechos reales, resulta en un gran homenaje al subgénero demoníaco introduciendo todos los elementos típicos de éste y cogiendo como referencia uno de los títulos míticos y representativos, como no, “El exorcista” (William Friedkin, 1973).

Los primeros planos parecen calcados y el inspector madrileño se convierte por breves instantes en el cura de aquella, apunto de enfrentarse a la peor pesadilla de su vida. En este caso, provocada por la llamada de auxilio de una adolescente que parece estar siendo atacada por fuerzas sobrenaturales. El origen de todo parace ser el uso inadecuado de una tabla ouija mezclado con una alta dosis de sugestión y una predisposición psicológica importante.



 

La mejor parte del film es, sorprendentemente, el desarrollo, algo poco habitual en los tiempos que corren en los que esta parte de las películas parece estar difuminándose en pro de un torpedeo de escenas inconexas y carentes de narración. En el caso que nos ocupa, la evolución del estado mental y físico de la protagonista es descrito de forma notable, en parte gracias a la interpretación del elenco (aun la anecdótica aparición de Ana Torrent), una correcta ambientación (es tan localista que poco o ningún efecto tendrá fuera de nuestras fronteras, aunque se agradece la introducción de Héroes del Silencio) y una notable dirección. Desgraciadamente, aunque se van sentando unas buenas bases y se le da margen, aun viendo las claras referencias, la culminación resulta carente de fuerza y para colmo, poco o nada realista. Se abren varias vías que quedan yermas para finiquitar la historia apresuradamente, sin una clausura clara y con una clara falta de mala leche para crear un gran impacto final. Y es que no hay otra forma de explicarlo, pues a la postre, “Verónica” se queda entre dos aguas, no es tan seria ni es tan superficial, quedando en el mismo limbo del que vienen los demonios invocados por la propia historia.


 


En definitiva, un film que no pretende más que ser correcto, que ciertamente está dotado de atisbos de bueno, pero que se se relega por méritos propios a una normalidad tan peligrosa como jugar con poderes satánicos.  






Por Silvia García Palacios