"Tomb Raider" es la nueva adaptación del videojuego de mismo nombre. El film se estrena después de 17 años desde la primera versión cinematográfica y esta vez de manos de Roar Uthaug (“La ola”, 2015) y la actriz Alicia Vikander (“La chica danesa”, 2015) encarnando a Lara Croft, dándonos un nuevo principio de la historia, historia que, por otra parte, no llega a sobresalir del resto de películas de aventuras.
Durante la introducción nos da la impresión que puede aportar algo diferente del resto de películas de aventuras convencionales, haciendo de Lara una heroína que podría evolucionar enfrentándose a nuevas situaciones y resolviendo retos por ella misma, pero al poco rato se empieza a sospechar que esto no pasará. Todos los retos parecen puzzles de nivel fácil del videojuego, los cuales la protagonista resuelve rápidamente sin mucha dificultad o siendo ayudada por sus compañeros. Excepto quizá en un par de escenas, no llega a haber preocupación por la protagonista decayendo la inmersión en un film que, por añadidura, está excesivamente lleno de enigmas y ofrece tal cantidad de efectos visuales, que, aunque bien hechos, hacen que parezca que estemos viendo una cinemática larga a modo de anuncio del videojuego.
Por lo que al elenco se refiere, la actuación de Vikander se queda bastante plana debido a lo predecible que se va volviendo la trama mientras avanza la historia y lo poco que se centran en desarrollar su personaje, cosa que queda demostrada en varias escenas donde la parte emocional apenas dura o es inexistente; ejemplos de ello -y aquí hay cierto aroma de spoiler-: la potencial experiencia traumática al matar o cuando regresa a casa con total normalidad. A parte de la heroína, el resto de personajes poco llegan a importar, no se les da profundidad y parece que estén puestos forzosamente para que la historia pueda continuar.
Película entretenida pero incapaz de ofrecer nada nuevo al panorama cinematográfico que la haga imprescindible, rápidamente se vuelve completamente estándar y predecible, quedando a la postre desaprovechada la figura de la mujer como heroína que caracteriza lógicamente esta franquicia. Solamente nos dan una pequeña sorpresa al final, que, cómo no, dará a pie a una secuela; algo que no solemos ver, ¿eh?