Más allá del cine
Hereafter (2010, Clint Eastwood)

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Original

   Como no podía ser de otra manera, Clint Eastwood, vuelve a demostrar su maestria tras las camaras con un relato tan sorprendete como osado, por lo que a su filmografía se refiere. Con el precioso título anglosajon de Hereafter, Eastwood nos muestra el más allá, o por lo menos, una respuesta probable al enigma de los enigmas del ser humano, qué se oculta tras la muerte.

     Con un reparto excepcional encabezado por  Matt Damon (que repite protagonismo en un film de este director, tras su actuación en “Invictus” de 2009) y Cécile de France (que saltó a la fama internacional con “High Tension” de 2003), “Más allá de la vida” cuenta una historia a tres bandas en la que, los protagonistas de éstas, se plantean dudas acerca de la mortalidad en sí misma y llegan a la conclusión de que, paradójicamente, no pueden continuar con sus vidas tal y como eran.

     Dejando de lado dramatismos de pañuelo o dogmatismos religiosos, el film avanza hacia lo que parece una solución o una revelación para cada uno de los personajes, una forma de poder vivir la vida aceptando su inevitable transformación. Las tres historias confluyen en una comunión, que bien podría ser vista como parte de un destino “escrito”, debido a la elección de montaje, pero, que, habiendo eliminado los componentes supersticiosos no deja de ser parte de una increíble casualidad provocada por las elecciones de cada uno.  

     Por lo que a la dirección se refiere, no hay queja alguna, todo son halagos para uno de los últimos clásicos del panorama cinematográfico americano. Los elegantes planos se suceden con tal naturaleza que se transmite una gran serenidad que, aunque se podría decir que es propia de la edad de este octogenario cineasta, encaja a la perfección con el tono del film. La música, que vuelve a ser creación del director, no se aleja del estilo de anteriores trabajos como “Gran Torino” o “El intercambio” (ambas del 2008), aportando una dosis de dulzura a las escenas a golpe de piano.

     Con este realizador, la tarea de llevar a termino un film parece ser de lo más sencilla, como si se tratara de una respiración pausada, ritmica y, sin embargo, automatica, sus films fluyen en la pantalla dejándo que el espectador lo acompañe sin traba alguna. En definitiva, una maravilla para los sentidos.

     Quedamos, pues, agradecidos por tener una nueva oportunidad de ver el talento de Clint Eastwood tras las cámaras y así mismo, quedamos expectantes de su próximo proyecto, en estos momentos en pre-producción, cuyo título será: “J.Edgar”.



Por Silvia Garcia Palacios