La avanzadilla de este año de Los Vengadores ha aterrizado en nuestras pantallas con la fuerza martilleante propia de todo un semidiós. Thor sigue los pasos de Hulk (Louis Leterrier, 2008) y Iron man (Jon Favreau, 2008), adelantándose al mismo tiempo a su recluta, el Capitán América (Joe Johnston, 2011) por lo que a fechas de estreno se refiere.
Uno bien podría imaginar que un ser con el poder de un Dios es el mejor superhéroe de todos los tiempos, pero donde reside el interés es en averiguar cómo tiene lugar la transformación de hijo de Odín, con toda la omnipotencia y soberbia que eso conlleva, a héroe capaz de aceptar su propia muerte en pro de otros y perdonar a quienes le atacan. Dicha tarea recae, sorprendentemente, en el director Kenneth Branagh. Cuando hace un tiempo se empezaron a oír rumores de que un realizador especialista en Shakespeare (véanse anteriores trabajos del señor Branagh como “Mucho ruido y pocas nueces” de 1993, o la espléndida “Hamlet” de 1996) se encargaría del proyecto, más de uno se llevó las manos a la cabeza siendo incapaz de imaginar que un director sin experiencia en películas de acción pudiera hacer algo interesante. Como admiradora de la carrera de Branagh al tiempo que fan de los films basados en cómics, tenía mis dudas. El resultado no es para nada decepcionante, la combinación en su justa medida de escenas de acción y escenas puramente dialogadas es, de hecho, lo que hace posible meterte en el film-definitivamente, el estereotipo de que los actores musculados no saben nada de interpretación no tiene cabida en “Thor”-. Las escenas más importantes para el crecimiento y maduración del protagonista remiten tanto al tema reiterativo, en esta clase de películas, como es la creación del héroe así como a la relación paterno-filial entre Odín (interpretado por Sir Hopkins) y sus dos hijos: Thor y Loki. Por lo que la parte de aventuras, el presente film está repleto de escenas de acción en todos los niveles, fantástico, realista y lucha de titanes.
En definitiva, un buen punto a favor de la unión de fuerzas contra el mal que nos espera en “Los Vengadores” y un motivo más para esperarla con ganas.