Resacón por partida doble
The hangover part 2 (2011, Todd Phillips)
Habiendo visto la primera entrega de Resacón en las Vegas (Todd Phillips, 2009), de esta nueva película debemos destacar que estamos ante una comedia más madura a la par de ingeniosa ya que los gags son más elaborados, bajo mi punto de vista. El guión está escrito por su director, Craig Mazin (Scary Movie 3, 2003) y Scot Armstrong (Road Trip, 2000); éste es mucho más duro pero con ciertas similitudes con el anterior, por ejemplo, en lugar de encontrar un bebé y un tigre se topan con un abuelo budista que no habla y con un mono pasante de drogas, además, parece que sea más peligroso o que te pueden pasar cosas peores en Bangkok que no en la ciudad del juego norteamericana, es decir, que comparada con la anterior, aquella es un juego de niños.
El director y también guionista de esta secuela, Todd Phillips (Aquellas juergas universitarias, 2003), utiliza el mismo esquema que también le funcionó en la primera, lo cual garantiza el éxito de ésta aunque ya no goce de la originalidad primeriza. En esta segunda parte que transcurre en Tailándia, Bradley Cooper (Limitless, 2011) está impresionante y se nos casa otro de los protagonistas; a su vez, Stu, interpretado por Ed Helms (Quemando ruedas, 2009), hace lo propio con una bellísima tailandesa. El film no empieza con la intención de montar una gran juerga, pero nuestro amigo Alan, interpretado por Zach Galifianakis (Due Date, 2010), se asegurará de que lo que iba a ser un "brunch" se transforme en el segundo "resacón". En este caso pierden de vista al hermano de la novia, pero el peso de la película lo llevan los mismos de la primera cobrando protagonismo también con ellos el mafioso asiático Mr. Chou, interpretado por Ken Jeong (Superfumados, 2008) y además contamos con la aparición de Paul Giamatti (Entre copas, 2004) como secundario de lujo.
Mi opinión personal ante esta película es que gustará más que la primera o al menos dará más que hablar debido a tres cosas: a la dirección, que aunque no cambia el estilo sigue siendo fiel e igual de buena que la primera; al guión, que mejora considerablemente respecto a la anterior; y a la actuación de todos los actores que están muchísimo más metido en sus papeles en esta secuela.
Por Santiago Maroto
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