El documental warie por excelencia
The people vs George Lucas (2010, Alexandre O. Philippe)

Starsmall Starsmall Starsmall Starsmall

Original

Desde que en mayo de 1977 un joven y prometedor Lucas creara una de las sagas más influyentes de la historia, fuera y dentro de las pantallas, parece como si no hubiera pasado el tiempo pues su actualidad sigue en el candelero tanto o más que antaño. Prueba irrefutable de ello es este simpático documental.

Sin embargo, el título puede conllevar a equívocos: The people vs George Lucas no debe confundirse con the people vs Star Wars, en este último caso podríamos meternos en camisa de once balas o lo que vendría a ser lo mismo, ser el centro de hostilidades de millones de personas en el mundo para las que ir en contra de Star Wars es ofensa infranqueable.

El documental está vertebrado a partir de contribuciones de fans de la saga o waries, entrevistas y videos por y para fanáticos en los que el tema se centra en el creador de la misma, George Lucas padre amado y odiado en el que críticas y elogios caen por igual. No es desconocido el hecho de que tras la virtuosa “THX 1138” (George Lucas, 1971), el proyecto de “La guerra de las galaxias” prometía ser de lo más interesante, y no es que no lo fuera, sino que las malas opiniones acerca de la dirección de la misma minaron la confianza del realizador, el cual, sin más, auto provocó lo que parecía un punto y final en su carrera. La sorpresa vino cuando veinte años más tarde se decidiera por cumplir una de sus promesas y completar la primera trilogía de su historia galáctica. Ese, para muchos waries fue el punto en el que empezó a resquebrajarse el pedestal donde colocaban a Lucas. A parte de crear unas películas que no estaban a la altura de las anteriores, desmitificándolas, sus decisiones comerciales parecían querer destruir definitivamente el mundo que precisamente él había creado.

Sin ánimo de posicionarse en un sentido u otro, sino mostrar, valga la redundancia, el ánimo existente al respecto, el documental es bastante irónico y entretiene aun siendo profano en el tema.       



Por Silvia García Palacios