Existen pocos directores en el panorama actual español que sean tan internacionalmente reconocidos como Pedro Almodóvar. Esta semana hemos tenido la gran suerte de poder contemplar su última obra que lleva por título "La piel que habito" y está protagonizada por uno de sus actores favoritos: Antonio Banderas, y por una sorprendente Elena Anaya con la participación inestimable de la gran Marisa Paredes y el recién descubierto Jan Corbet.
La piel que habito es una interesante muestra de la lógica evolución de un artista de la talla de Almodóvar, por mucho que se le ha criticado durante toda su carrera-sobretodo de fronteras para adentro-, las muestras de un gran talento estaban ahi desde el principio. Es uno de los pocos directores que sabe plasmar ciertas idiosincracias nacionales sin provocar vergüenza ajena, sino más bien como herramienta para, por un lado mostrar un estilo propio, y por otro, crear una gran comicidad con el espectador. Es por esta razón que sus guiones, siempre subidos de tono, algo alocados e incluso rozando lo surrealista son del gusto del público en general. Este nuevo film tiene reminiscencias sobretodo de Átame (1990) por argumento y de Kika (1993) por la escenografía; sin embargo, cabe decir que la historia nos recuerda mucho a algun film coreano de carácter vengativo como lo es la saga de Park Chan-Wook (Sympathy for Mr.Vengeace de 2002, Old Boy de 2003 y Sympathy for Lady Vengeance de 2005). De todas formas, debemos puntualizar la elegancia y maestría cinematográfica de la que hace gala el director de la oscarizada "Hable con ella" (2002) durante todo su metraje, claro ejemplo de ello es la sencillez con la que arranca el propio film, con tres planos fijos que, reforzados ya con el principio de la increíble banda sonora, nos situan en un lugar, tiempo y estado emocional en menos de 5 segundos.
El trabajo actoral es impecable, por lo que se refiere a la pareja protagonista, el lado masculino podría estar fuera de toda discusión pues, a parte de ser un gran actor, Banderas puede alardear de ser también un excelente realizador-recordemos "El camino de los ingleses" de 2006-sin embargo, la notoriedad no debe excluir la crítica particular de cada trabajo; en este caso, su representación es tal y como debe ser, con tal grado de seriedad que incluso deja de lado algunos de sus, digamos, histrionismos típicos. Por el lado femenino, quedamos gratamente sorprendidos por un laborioso trabajo en el que la ambiguedad necesaria queda patente, por motivos que no podemos desvelar, y en el que el trabajo físico ha sido realmente trascendental para la veracidad del film.
Pedro Almodóvar ya está preparando su siguiente film: "Mina", un biopic de la cantante italiana Mina Mazzini en el que de nuevo contará con Marisa Paredes. Sin duda, su gusto por la música brillará más que nunca en este proyecto.