El aborrecido carpe diem
The perks of being a wallflower (2012, Stephen Chbosky)

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Original

          "The perks of being a wallflower" (en España, Las ventajas de ser un marginado), ha sido adaptada y dirigida por Stephen Chbosky, autor de la novela del mismo título en que se basa, y producida por Mr. Mudd, productora de carácter independiente responsable de "Ghost world" (Terry Zwigoff, 2001) o Juno (Jason Reitman, 2007). Ambos datos son relevantes pues condicionan bastante el aspecto, en teoría, indie de la película.

 

          Del mismo modo que en "Juno", los protagonistas de "The perks" son adolescentes que se venden al espectador como marginados sociales pero que al mismo tiempo molan, son guapos, visten bien, les sobra el dinero, montan unas fiestas del copón y son muy cultos a nivel literario, cinematográfico y sobretodo musical, ya que el rock alternativo parece ser lo único que merece la pena escuchar.

 

          La cinta está ambientada a principios de los noventa y ello se representa bastante bien, pero mientras que en series de televisión como "Freaks and geeks" (Paul Feig, 1999 – 2000), los personajes eran creíbles, aquí los protagonistas parecen modernillos traídos directamente desde la actualidad. Y el hecho de incluir dos personajes secundarios que hablan sobre punk y fanzines no soluciona el asunto.

 

          Este es el principal, que no único, problema de "The perks". Pero llega a ser algo perdonable gracias a las interpretaciones del trío protagonista que, se agradece bastante, son adolescentes reales, y no casi treintañeros. Logan Lernman (la franquicia Percy Jackson), Emma Watson (la franquicia Harry Potter) y Ezra Miller (We need to talk about Kevin) están geniales de principio a fin –no tanto como sus personajes- y probablemente sus carreras sigan un buen rumbo gracias a ello.

 

           El resto del reparto, entre los que se encuentran Paul Rudd (Knocked up) y Joan Cusack (In & out) o los traídos de la televisión Dylan McDermott (American horror story), Kate Walsh (Grey’s anatomy) y Nina Dobrev (The vampire diaries) realizan su papel correctamente sin encontrar nada fuera de lugar, por lo que respecto al casting, en The perks es un acierto. Mención especial a un Tom Savini (From dust till dawn) completamente desubicado.


          Personajes e intérpretes aparte, otro de los problemas que puede tener la película, dependiendo de a qué se le otorgue más importancia, es cómo se muestra el pasado del protagonista. Durante toda la cinta se plantea como un misterio el motivo por el cual él es como es, pero cuando esto se resuelve no ocurre nada destacable y todo se llega a solucionar en los últimos cinco minutos. De modo que al final lo que importa es cómo es el personaje de Logan Lernman y qué hace durante un período de su vida.

 

          Si Stephen Chbosky no le ha dado tanta importancia a esto y el espectador tampoco se la da mientras ve la película, no habrá ningún problema. The perks puede disfrutarse bastante como entretenimiento pero nada más. No se puede empatizar con sus protagonistas, pues un adulto que haya nacido en los ochenta no verá mucho con que identificarse y un adolescente simplemente interpretará el aborrecido carpe diem. Quizás lo peor sea que en ningún momento se habla sobre las ventajas de ser un marginado (de los de verdad).



Por Iban Granero