Dando vueltas
Los amantes pasajeros (2013, Pedro Almodóvar)

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Original

          Los amantes pasajeros es otra de esas películas que, inevitablemente, cuesta valorar sin tener en cuenta lo que le precede. Es prácticamente imposible verla sin tener en cuenta de antemano a su director y parte de su reparto. Esto no es, ni por asomo, un problema que requiera solución, pero puede llegar a ser un inconveniente que el film sea del género que Pedro Almodóvar lleva décadas sin tratar de lleno, aunque lanzara su carrera. 

 

          En la película, un vuelo con destino a Méjico tiene un percance (provocado durante la secuencia inicial con casi forma de cortometraje) y debe sobrevolar constantemente Toledo hasta encontrar una pista libre sin ningún otro avión cerca. La sección de primera clase, junto a tres azafatos y los pilotos protagonizan pequeñas historias y gracietas durante el incidente hasta la resolución de éste. Lo curioso –y que puede llegar a ser un problema- es que la mayoría de historias carecen de principio y/o final: vemos lo mismo que ve cada pasajero hasta que el problema llega a su fin sin sentir mucha simpatía hacia cualquiera de los personajes.

 


 

           Evidentemente, lo que más destaca respecto a humor es el trío de Chicos Almodóvar: Javier Cámara (Hable con ella, 2002), Carlos Areces (Balada triste de trompeta, 2010) y Raúl Arévalo (AzulOscuroCasiNegro, 2006) ya son una gran referencia en el  abanico de personajes de nuestro cine. Cada escena que protagonizan –individualmente o en conjunto- se lleva la palma y, más allá del hecho que ellos mismo se consideren azafatas, sus diálogos e interpretaciones conducen a la sonrisa de tanto en tanto y a la risa en determinadas ocasiones.

 

          Cecilia Roth (Todo sobre mi madre, 1999) y Lola Dueñas (Volver, 2006) interpretan a los personajes femeninos cuyas pequeñas historias pueden llegar a interesar y entretener más, sin hacerse demasiado largas, pero robando un poco de protagonismo en determinadas ocasiones. Esto se agradece, ya que el pequeño paréntesis que acontece fuera de la aeronave protagonizado por Blanca Suárez (La piel que habito, 2012) y Paz Vega (Carmen, 2003) descoloca totalmente al querer dar un toque de drama en el momento menos deseado.

 


          A Miguel Ángel Silvestre (Verbo, 2011) y Laya Martí (Yo soy la Juani, 2006) quizás les toca otra de las peores partes al apenas tener historia propia y protagonizar solamente momentos cómicos de carácter sexual. Y merecen mención aparte Antonio de la Torre (Gordos, 2009) y Hugo Silva (El cuerpo, 2012), que, al ser piloto y copiloto respectivamente, son los que menos se pueden lucir en pantalla pero aún así están en su línea.

 

          Respecto a aspectos técnicos es bastante curioso que, tras construir un avión de la nada y tener todo un set a tu disposición, éste no se aproveche para crear planos fuera de lo común o más de un travelling a lo largo del pasillo. Parece ser que cuando se trata de comedia, la técnica sigue siendo lo de menos.

 

          Finalmente, cuando uno termina de ver Los amantes pasajeros tiene la sensación de haberse entretenido durante noventa minutos y acto seguido recordará un par de escenas graciosas o subidas de tono. Pero más allá de eso, no hay nada. Ni tan solo la muy, muy ligera mención a la situación económica actual mediante el personaje de José Luis Torrijo (La soledad, 2007) -que se podría haber evitado- aporta algo. De todas formas, si se sabe a lo que se va, se puede disfrutar bastante.

 



Por Iban Granero