Cobertura del TIFF 2025

 

 

 

Día 1  · El Triunfo Popular de Blonde

Nuestra primera jornada, después del chasco al no poder ver “Mother Bhumi” (dirigida por Chong Keat Aun, Snow in Midsummer, 2023) por motivos de aforo, nos llevó a una de las dos opciones locales en la sección competición de este año. “Blonde”, el nuevo trabajo del director Sakashita Yuichiro (The Sunday Runoff, 2021), que resultó ser una de las propuestas más agudas y necesarias del lineup. La película no solo fue aclamada por la crítica, sino que se alzó con el Galardón del Público, confirmando que su mensaje resonó con fuerza en Tokio.

 

 

 

El film es una crítica social a modo de comedia que golpea de frente la rigidez y las contradicciones de la sociedad japonesa. Sakashita utiliza el humor absurdo como un bisturí preciso para exponer las neurosis de una sociedad que se debate entre la modernidad tecnológica y la inmovilidad de sus tradiciones más caducas. “Blonde” es, en esencia, un ataque directo a una sociedad estancada en el pasado.

La genialidad de Yuichiro reside en centrarse en la irracionalidad de las reglas obsoletas, como el ejemplo que utiliza sobre las normas de vestuario y peinado en los colegios (las infames "reglas negras" que prohíben el pelo teñido o rizado), lo cual sirve como la perfecta metáfora para la rigidez social. La trama utiliza la tecnología actual (cámaras, redes sociales, sistemas digitales) no sólo como un elemento narrativo, sino como un catalizador para desafiar esta ideología inmutable. La colisión entre la modernidad digital y la terquedad del statu quo genera la tensión y la comedia de la película. El público ríe, pero la risa es una reacción nerviosa ante la verdad incómoda de la complacencia social.

 

Día 2  · Corriente Emocional

Para nuestra segunda jornada, habiendo preparado opción A y B en caso de Full House como el primer día, nos tocó un paseo por la sección Youth, que nos regaló un soplo de aire fresco y melancolía con “Riu Estrany”, la ópera prima del director catalán Jaume Claret Muxart. El film es un drama de iniciación, una meditación pausada y visualmente exquisita sobre el descubrimiento de uno mismo en el umbral de la juventud.

 

 

 

 

El director utiliza los paisajes del Danubio (un río que se ensancha a lo largo del viaje) como un espejo del crecimiento interior de Dídac, su protagonista de dieciséis años. La película está llena de pasajes de la juventud actual, donde la soledad, el calor del verano y el encuentro inesperado con un joven misterioso transforman unas vacaciones familiares en una odisea emocional.

Riu Estrany propone una visión de la atracción pura y liberada. Nos enseña que el amor no consiste en si te gustan las mujeres o los hombres, sino que es la misma persona que te atrae sin importar el sexo de la misma. Al centrarse en la persona y no en la categoría, el film de Claret Muxart ofrece un manifiesto sutil pero poderoso sobre la fluidez de la identidad y el deseo, convirtiéndose en una pieza clave de la programación juvenil por su madurez y su honestidad emocional.

 

Día 3  · Tensión de la Celda en El beso de la mujer araña

 

Nos vestimos de negro para la tercera jornada, que para nosotros se centró en la nueva adaptación de “The Kiss of the Spider Woman”. Una película que atrajo titulares por el ambicioso papel de Jennifer Lopez (actriz y productora de la aclamada Estafadoras de Wall Street, 2019), pero de la que el foco dramático se desvió por completo hacia el actor Tonatiuh Elizarraraz y su excelente trabajo en el complejo papel de "Luis Molina".

 

 

 

A sus treinta años, Tonatiuh (actor en ascenso conocido por el drama de 2024 Carry-On) demuestra un talento formidable, siendo el verdadero corazón emocional de la historia. Su trabajo y compenetración junto a Diego Luna (el revolucionario Valentín, actor de la aclamada Y tu mamá también, 2001) es simplemente fantástica.

La química entre los dos prisioneros es tan palpable y la tensión emocional tan intensa, que el espectador olvida por completo que toda la acción está ocurriendo entre las cuatro paredes de una celda. La intensidad que Tonatiuh aporta al confinamiento lo convierte en el punto central de la película. Creemos que, con este tour de force en el TIFF, Tonatiuh tiene el talento y la presencia para convertirse en una gran estrella, siempre y cuando sepa elegir sus próximos proyectos con la misma audacia.



Día 4   · Una Jornada de la Disparidad Lingüística y Choque Cultural

 

Nuestra cuarta jornada, y comienzo de tres días festivos, nos sumergió en las complejidades de la comunicación, la supervivencia cultural y la memoria histórica a través de tres obras profundamente distintas.

El día arrancó con el estreno mundial de “The Chatterboxes”, un ambicioso largometraje del director Kawai Ken (Headless Girl, 2021), que nos adentra en la vida cotidiana de un CODA (Hijo Oyente de Padres Sordos) y no los presenta desde su propia experiencia como tal. La trama nos deriva a un complejo conflicto de identidad y lenguaje, generado por el choque entre la familia Koga, con miembros sordos que usan Lenguaje de Señas Japonés, y una familia kurda recién llegada. 

 

 

Aunque el dilema central recae en los intérpretes de ambas familias, quienes se verán en la tesitura de traducir al pie de la letra o acabar mintiendo para zanjar la disputa en buenos términos, la tensión, envuelta en una comedia cínica, expone las múltiples divisiones creadas por las disparidades lingüísticas dentro de la sociedad japonesa. Añadir, que el director no se queda con la crítica, sino que también sacude al público con un fuerte mensaje dejando claro que, aunque el habla es un don, ésta no determina que las personas lleguen a entenderse.

Después de ver un atisbo, de lo que podría ser mi experiencia hasta ahora en Japón con todos los “Lost In Translations” vividos, damos un giro rotundo y político a nuestra andadura con el documental “We are the Fruits of the Forest”, dirigida por el maestro camboyano Rithy Panh (director de S21: The Khmer Rouge Killing Machine, 2003). 

 

 

La obra es un registro filmado a lo largo de varios años que expone una cruda realidad capitalista que choca con la vida indígena de la tribu Bunong en Camboya, usando metraje de archivo para mostrar cómo su vida se ha transformado. Esta forma de vida, que está ahora severamente amenazada por el cambio climático y el impacto de los proyectos de desarrollo territorial de corporaciones internacionales, nos muestra a su vez un grito de auxilio que cuestiona cómo la sociedad moderna debe interactuar con la naturaleza.

Cerramos el día con la ambiciosa producción de animación “Edge of Time”, una colección de cortos dirigida por un equipo estelar que incluye a Watanabe Shinichiro (Cowboy Bebop) y Morita Shuhei (Possessions) en una producción conjunta con China. La película se centra en una chica acuática que viaja por el tiempo y el espacio impulsada por la energía cósmica "Taisu" para encontrar a un amigo perdido a causa de la guerra. Esta premisa de viajes por el tiempo y el espacio, con una crítica a las guerras sin sentido, se basa formalmente en la creencia china de que dos almas siguen estando conectadas incluso tras reencarnarse. 

 

 

Sin embargo, aunque no juega del todo en su contra, la ambición visual de la antología se apoya demasiado en films conocidos. Los distintos cortos beben innegablemente de grandes sagas de ciencia ficción, con escenas que son casi copias de argumento en diferentes aspectos, aludiendo a elementos de Star Wars y la simbiosis de Avatar. A pesar de estas obvias referencias, el nivel de producción de estos reconocidos directores de animación es un gran despliegue visual que por supuesto creemos que merece la pena ver en la gran pantalla.



Día 5   · Una Jornada de Resiliencia, Venganza y Raíces

 

Comenzamos nuestro segundo día del fin de semana con “The Botanist”, de Jing Yi en su debut como director y guionista en la gran pantalla. Jing nos lleva a un pueblo remoto de Xinjiang para seguir a Arsin, un solitario muchacho kazajo que, en su aislamiento, halla consuelo y sanación en su profundo vínculo con las plantas.

 

 

El film explora la sensibilidad de la juventud frente a un mundo cambiante. El punto de inflexión llega con el encuentro de Mei Yu, una chica china Han. La película es una delicada meditación sobre el crecimiento, la memoria de las raíces y la pérdida. Cuando Mei Yu parte hacia la lejana Shanghái, Arsin se enfrenta de nuevo a la soledad, dejando al espectador con una reflexión melancólica sobre la fragilidad de las conexiones humanas y la constancia de la naturaleza.

Después del paso entre desiertos y plantas, nos adentramos en el mundo detrás de las cámaras con el film “Girls on Wire”, de la aclamada directora y productora Vivian Qu (Angels Wear White, 2017), nos lleva detrás de las cámaras para exponer una verdad brutal: ser stunt no es tan bonito como parece. La película es un tributo contundente que muestra el duro trabajo, el riesgo y la increíble resiliencia que exigen estas profesionales del cine de acción.

 

 

Vivian Qu no sólo documenta el sacrificio físico, sino que también inyecta una dosis de humor autoconsciente. La sátira va dirigida a la artificialidad del cine de acción actual, con el chiste sobre Zhang Yimou apuntando al uso excesivo de cables (wire-fu) que a menudo opaca el talento real de los especialistas. La narrativa está impulsada por la resiliencia de ambas protagonistas, dos mujeres cuya determinación en un mundo dominado por hombres es ejemplar. El prestigio de su directora y la temática hacen que este film debiera estar en otra categoría en sí mismo: Women 's Empowerment, por la forma en que celebra la fortaleza femenina y la hermandad forjada en el dolor y el riesgo compartido.

Pasando a un género radicalmente distinto, y cerrando el día, la tailandesa “Morte Cucina” nos sumerge en una oscura historia de horror gastronómico y venganza sin escrúpulos (Aunque no en plato frío). Dirigida por el maestro tailandés Pen-ek Ratanaruang (Last Life in the Universe, 2003), la película se centra en Sao, una chef de alta cocina en Bangkok que ha sido exiliada de su comunidad. Su vida da un giro macabro cuando reencuentra al hombre que la devastó, sin que él la reconozca.

 

La trama de Sao, que traza su venganza utilizando sus habilidades culinarias, es ya de por sí bizarra, pero es la producción lo que eleva el film. Ratanaruang se reúne por primera vez en años con el legendario director de fotografía Christopher Doyle (colaborador habitual de Wong Kar-wai), cuya cámara es soberbia y dota de una textura única al sórdido escenario. La historia de Sao ofrece una venganza retorcida que culmina con un giro argumental que desafía las expectativas, lo que creemos acaba creando una trama que recompensa al espectador dispuesto a "pensar un poco" para desentrañar el oscuro significado de su macabra cocina.

 

Día 7   · Análisis Técnico de la Resistencia

 

La última jornada de sesiones para prensa nos deleitó un tríptico de obras que destacan por su ejecución formal en el abordaje de la resistencia, desde la distopía animada hasta el drama bélico y la confrontación familiar.

El día comenzó con “Decorado”, la propuesta de animación del director español Alberto Vázquez (Birdboy: The Forgotten Children, 2015). El film utiliza una estética cruda y potente para construir una distopía existencial centrada en Arnold, cuya rebelión contra la corporación A.L.M.A. funciona como una punzante sátira social con la que critica abiertamente la situación económica y política actual, exponiendo el control corporativo con una eficacia visual directa. 

 

 

 

 

De manera brillante, la película establece una analogía de control: los ciudadanos son alimentados con 'píldoras para la alegría', un símil directo que nos recuerda cómo los mecanismos de ocio de masas, como el fútbol, pueden ser instrumentalizados para acallar y controlar a la población. Cabe mencionar también las similitudes que este trabajo tiene con “El Show de Truman” (Peter Weir, 1998), utilizando el mismo método de montaje y guión para dar más énfasis al mensaje.  (También os recomendamos la crítica tenéis disponible en esta web)

 

Después de pasar un rato disfrutando del cine sin subtítulos, el foco se tornó histórico con el vietnamita “Tunnels: Sun in the Dark”, del director Bui Thac Chuyen (aclamado por Glorious Ashes, 2020). El valor cinematográfico de este drama de guerra reside en que, por primera vez, se aborda la Guerra de Vietnam desde la perspectiva de los agredidos, ofreciendo una narrativa interna y despojada de moralina que contrasta fuertemente con la épica occidental del conflicto, alterando esa misma narrativa hegemónica.

 

 

 El film se concentra en la tensión estratégica de un equipo guerrillero y su dependencia del sistema de túneles. Técnicamente, el director logra traducir la invisibilidad y la claustrofobia de los combatientes vietnamitas en un relato de resistencia ingeniosa. Un aspecto crucial es la neutralidad ética de su planteamiento, ya que el film no deja ningún mensaje sobre buenos o malos durante el conflicto de guerra, sino con los soldados siendo presentados simplemente como piezas que cumplen órdenes cuya intención final de los mandos ni siquiera conocen del todo, enfatizando sin más el sacrificio dentro del engranaje bélico.

Cerramos el día con “Maria Vittoria”, el debut en la ficción del portugués Mário Patrocínio, cuya experiencia previa en documentales como I Love Kuduro (2014), utilizando su particular enfoque para el realismo en este intenso drama familiar que se desarrolla en medio de hermosos paisajes de montaña. El director articula un estudio sobre la liberación de una joven, Maria Vitória, cuyo camino para ser futbolista detona una confrontación con una figura paterna de autoridad absoluta. 

 

 

 

El director utiliza un lenguaje cinematográfico de planos cerrados y tensión visual para capturar la agitación emocional de la protagonista, especialmente tras el regreso de su hermano, convirtiendo el film en un estudio íntimo sobre la resiliencia emocional y la explosión de sentimientos contenidos, forzando a  nuestra protagonista a exteriorizar su necesidad de independencia y a reafirmar su identidad en un entorno opresivo.

 

Clausura del Festival   · El Hilo Rojo del Destino y el Palmarés

 

El cierre de esta intensa cobertura se sella con el visionado de Till We Meet Again (月老, Yue Lao), elección que contrasta drásticamente con la tensión geopolítica y el drama existencial que dominaron el programa del festival.

 

 

 

La película, dirigida por Giddens Ko (You Are the Apple of My Eye, 2011), es una fantasía romántica de gran escala. Su ejecución técnica utiliza un despliegue visual vibrante para abordar el tema de la reencarnación y la vida después de la muerte. El film se ancla en el folklore asiático, centrándose en Yue Lao, la deidad taiwanesa responsable de unir a los mortales con el hilo rojo del destino. En un festival dominado por la crítica social, Till We Meet Again funciona como una catarsis emocional, ofreciendo una visión que afirma que las conexiones afectivas esenciales trascienden el tiempo y la muerte. Su mensaje de esperanza y destino es una nota final emotiva para la cobertura.

 

Acabamos la crónica del festival con la CEREMONIA DE CLAUSURA Y EL PALMARÉS que, con el Gran Premio para el drama geopolítico y el Premio Especial del Jurado para el documental etnográfico (We Are the Fruits of the Forest), refleja la seriedad de los temas abordados. Ha sido un recorrido intenso que ha celebrado la diversidad de narrativas asiáticas y globales, y que ha confirmado el poder del cine para ofrecer tanto crítica social como consuelo poético.

 

Gran Premio de Tokio: Palestine 36 (Dir. Annemarie Jacir, Palestina/Reino Unido/Francia/Dinamarca)

Premio Especial del Jurado: We Are the Fruits of the Forest (Dir. Rithy Panh, Camboya/Francia)

Mejor Director: Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis (por Heads or Tails?, Italia/EE. UU.)

Mejor Actriz: Fukuchi Momoko y Kawase Naomi (por Echoes of Motherhood, Japón)

Mejor Actor: Wang Chuanjun (por Mothertongue, China)

Mejor Contribución Artística: Mother (Dir. Teona Strugar Mitevska, Bélgica/Macedonia del Norte)

Premio del Público: Blonde (Dir. Sakashita Yuichiro, Japón)

Premio Kurosawa Akira: Lee Sang-il y Chloé Zhao

Lifetime Achievement Award: Yamada Yoji y Yoshinaga Sayuri

 

Gracias por leernos y hasta el próximo año.